La conciliación familiar es un elemento central en las compañías. La incorporación de las mujeres en el mercado laboral no ha ido de la mano de una equitativa división de tareas en el plano de lo doméstico. Las tareas de cuidados las realizan principalmente mujeres, pese a que estas trabajen de forma igualitaria con sus pares varones. Entre tantos otros efectos negativos, la llegada de la pandemia generada por la COVID-19 no ha hecho sino intensificar las desigualdades y las brechas de género ya existentes. Las mujeres ya partían de una situación previa de desigualdad que las hace más vulnerables para afrontar la crisis e incrementa su riesgo de empobrecimiento.
El empleo femenino es más precario y más pobre. Las mujeres ganan menos, ahorran menos, tienen empleos menos seguros, más probabilidades de economía informal y, por ello, menor protección social. Además, los sectores más afectados por la crisis (comercio, hostelería y turismo) son sectores altamente feminizados.
Un informe recientemente publicado por Cruz Roja, muestra que incorporar medidas de conciliación en las empresas hace crecer un 37% la atracción y retención de talento. Asimismo, la investigación advierte que el hecho de que una empresa cuide las necesidades personales de su plantilla aumenta un 19% su productividad, además cuando no sólo concilian las mujeres se impulsa un 48% más su carrera profesional. Estos son algunos de los datos que dibujan el impacto que tiene la corresponsabilidad en la sociedad, motivos por los cuales el Plan de Empleo de Cruz Roja cuenta con la campaña ‘El balance más positivo’.
Se trata de una iniciativa que tiene el objetivo de concienciar a las empresas sobre la corresponsabilidad en el entorno laboral, creando un espacio de intercambio y de diálogo para compartir los beneficios de ser una empresa responsable que apuesta por el bienestar de sus equipos en materia de conciliacion.La conciliación y la falta de corresponsabilidad siguen castigando a las mujeres en todo el mundo. A este factor estructural, la crisis Covid-19 ha sumado el cierre de centros educativos, centros de día, el teletrabajo y el confinamiento. Esta situación ha supuesto que el cuidado que estaba en el ámbito productivo recaiga en el reproductivo, y aunque los hombres han participado, la distribución sigue sin ser equitativa y la carga mental sigue en el tejado de las mujeres.
Las sociedades avanzan, cambian y se van configurando nuevas realidades y retos a los que dar respuesta. Las empresas forman parte también de este entorno y tienen que adaptarse a nuevas situaciones y demandas, creando y/o ajustando las estrategias que ponen en marcha. En este sentido, la Corresponsabilidad en el entorno laboral se vuelve esencial. Esta implica responsabilizar al empresariado para cuidar los intereses personales de su plantilla y es responsabilizar a la plantilla de las necesidades de la empresa. Es estudiar la mejor forma de repartir la organización del tiempo y del trabajo. Además, supone entender como estrategia de desarrollo empresarial y retención del talento, que las tareas y responsabilidades domésticas y de cuidados implican a hombres y mujeres por igual.
Margaret Santiago de Irazábal, responsable de la acción por parte de Cruz Roja afirma al respecto: “El Balance es algo fundamental para cualquier empresa. Desde Cruz Roja queremos que las empresas tengan ‘El balance más positivo’, aquél que equilibra la vida laboral y personal, sumando el factor humano al balance económico y financiero. Para que esta corresponsabilidad sea efectiva, es fundamental la implicación y participación activa de los hombres”.
