Lograr los objetivos propuestos por la Agenda 2030 no será tarea fácil en este contexto de pandemia. Es por eso que el trabajo en conjunto de diversos actores será indispensable para avanzar en el camino hacia lograr un mundo más sostenible. El cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas para 2030 depende en gran medida de la acción conjunta de diversos actores en pos de un mismo objetivo.
Dado que este año se celebra la primera Cumbre de las Naciones Unidas sobre Sistemas Alimentarios y el primer Diálogo de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre Energía en 40 años, es el momento de garantizar que la próxima década se defina por una estrecha colaboración entre los sectores de la energía y los alimentos. Los ODS 2 Y 7 están estrechamente vinculado y es urgente lograr que ambos se cumplan. La red internacional Power for All está enfocada en eso, a través de su campaña Powering Agriculture.
Poder para Todos, que cuenta con el apoyo de más de 300 socios, está trabajando para acelerar la acción conjunta que tiende un puente entre el ODS2 (hambre cero) y el ODS 7 (energía limpia).Para alcanzar esta meta, las organizaciones que forman parte de esta iniciativa lo están haciendo de tres maneras:
1) Creando una coalición intersectorial entre organizaciones de energía limpia y de agricultura y alimentación, incluidos los sectores público y privado, la sociedad civil y la financiación
2) Agregando y conservando los mejores datos y conocimientos sobre los vínculos entre ambos sectores
3) Facilitando una movilización a nivel nacional que identifique los obstáculos al progreso y trabaje mano a mano para eliminarlos.
En el centro de la campaña se encuentra el papel de la energía renovable descentralizada, es decir, aplicar soluciones tales como la energía solar autónoma, las mini redes de energía renovable y la maquinaria de uso productivo eficiente y adecuado que pueden utilizar los pequeños agricultores y los colectivos de las zonas rurales del África subsahariana y Asia para el riego, la elaboración de productos agrícolas, el almacenamiento en frío y el acceso a los mercados.
William Brent, jefe de campañas de Power for All expresó sobre el proyecto, "Nuestro objetivo no es crear algo nuevo, sino aprovechar el gran trabajo que ya está sucediendo, pero que se está realizando en silos y no alineado en un resultado común. Facilitar la cooperación basada en datos a nivel de país es la clave para acelerar el progreso y cumplir el plazo de 2030".
Realmente hay mucho en juego: en el África subsahariana, por ejemplo, la agricultura representa en promedio el 15% del PIB nacional, el 52% del empleo de la región, y sin embargo su consumo de electricidad es sólo el 2% del total, el riego sigue siendo principalmente de secano y el desperdicio de alimentos reduce considerablemente los ingresos de los agricultores. Un importante obstáculo para el crecimiento es la electricidad, ya que la mayoría de las zonas rurales carecen de energía fiable y asequible. La brecha queda ilustrada por el hecho de que el mercado accesible en la región para el riego, el almacenamiento en frío y la elaboración de productos agrícolas con energía solar es de 11.300 millones de dólares, pero sólo 734 millones de dólares de ese mercado son accesibles debido a la incapacidad de pago de los agricultores.
El proyecto Power for All ya ha dado sus primero pasos en la India y Uganda y tiene previsto ampliar su labor a otros países. Su inserción en Uganda ha dado lugar a un nuevo marco de datos basado en un meta análisis geoespacial (recientemente se publicó un amplio informe de política), en el que se examina la intersección de las zonas de alto impacto en las que el potencial de productividad de los alimentos es elevado, pero la falta de acceso a la electricidad es escasa. También ha establecido un "Acelerador de la Colaboración", una plataforma para la cooperación intersectorial de múltiples interesados que está elaborando un enfoque coordinado para dar prioridad a la aceleración del mercado.
El comienzo de la campaña en las poblaciones rurales de África y Asia ha sido allí ya que estas son las más vulnerables al cambio climático y la COVID-19 también ha puesto al descubierto las vulnerabilidades más profundas de estas regiones. Gracias al proyecto Power for All la esperanza de lograr la construcción de una infraestructura de energía limpia y resistente para garantizar la seguridad alimentaria puede ser una realidad.