Los expertos que participaron en la primera edición de ‘Economía EnCircular Open Week’, encuentro organizado por la Asociación de Diseñadores de la Comunitat Valenciana (ADCV), con apoyo de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI), afirman que, en este contexto, las compañías valencianas deben actuar en esta línea y hacerlo cuanto antes, con la integración de estrategias, procesos y herramientas que garanticen su competitividad en un mercado global.
En este camino, es clave la transición desde un sistema de producción y consumo lineal -extraer, fabricar, usar y tirar- a uno circular -que aporta fórmulas para prolongar la vida económica útil de los materiales y los productos e impulsa las energías renovables-. Una transformación que pasa inevitablemente por cambiar la forma en que diseñamos, producimos y usamos los productos y servicios.
Andrés García-Reche vicepresidente ejecutivo de la AVI, apuntó que “El gran reto que tienen las empresas, de cualquier sector, es introducir la variable sostenibilidad en la gestión y que ser sostenible se convierta en un negocio rentable. Hablamos de innovación, competitividad, eficiencia, resiliencia y control de riesgos”. Por ello, la ADCV ha desarrollado la plataforma EnCircular.es, que funciona como punto de encuentro, información y formación, así como de generación de sinergias y proyectos en alianza entre los diferentes tipos de agentes involucrados y comprometidos con la implantación real y efectiva de un modelo de economía circular en la Comunitat Valenciana.
Por su parte, Elena Ruiz, responsable del Grupo de Acción de Economía Circular de Forética, organización referente en sostenibilidad y responsabilidad social empresarial en España expresó que “La sostenibilidad se ha convertido en un pilar en las agendas, tanto de gobiernos como de empresas. Es clave traducirla a un lenguaje empresarial y potenciar la colaboración público-privada". En esta línea, los expertos pusieron sobre la mesa diferentes iniciativas que se están aplicando con éxito en otras regiones y países, como programas y ayudas oficiales a la innovación, investigación y al diseño de nuevos modelos de negocio, incentivos para inversión en reconversión de procesos, instalaciones y suministros, medidas fiscales o apoyos a la formación y empleo de calidad.
La economía circular exige un papel activo al consumidor, en dos sentidos: reflexionar sobre las necesidades reales de compra, reduciendo el volumen, y la apuesta por soluciones más respetuosas con el medio ambiente. “Por nuestra experiencia, el cliente cada vez valora más y reconoce las prácticas sostenibles”, indicó Bruno Ruiz, chef de Aticcook, reconocido como el "restaurante más sostenible" de la Comunitat Valenciana por la guía gastronómica ‘Sustentable’.
Conscientes de ello, Coca-Cola se ha convertido en ejemplo de transformación de modelos y procesos para minimizar sus impactos en el medio ambiente. Una estrategia que le ha llevado a ser uno de los referentes mundiales en la evolución hacia una economía en circular, con iniciativas orientadas a conseguir envases más sostenibles, menos residuos, menos plástico y mayor eficiencia en la gestión del agua. Igone Bartumeu, gerente de Comunicación del Área Este de Coca-Cola European Partners, apuntó que “Creemos firmemente que, en los próximos años, la recuperación económica tendrá que ir ligada a la recuperación ambiental; lo que conocemos ya como ‘recuperación verde’. No hay otra manera e implica a todas las empresas, independientemente de su perfil”.