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En estos días de confinamiento, debido a que la gran mayoría de la población sólo puede salir para ir a hacer la compra, las grandes cadenas de supermercados han sido los principales comercios visitados. Hoy, que poco a poco la situación va mejorando, es un buen momento para pararse a pensar dónde y cómo hacer nuestras próximas compras. ¿ir a un supermercado donde todo va a estar mucho más envasado o apoyo a un pequeño negocio donde además la cantidad de envases será menor?

La crisis económica provocada por la pandemia afecta a diversos sectores, los pequeños productores de alimentos son uno de los más perjudicados.  Las personas que cultivan alimentos de forma local y sostenible (frutas, verduras, carnes y pescados) están perdiendo en esta crisis sanitaria buena parte de su negocio debido al cierre de sus canales habituales de comercialización, como mercados tradicionales. Por esto, es importante que en la medida de lo posible consumamos en los pequeños comercios que, además, no producen la cantidad de plástico cómo lo hacen las grandes cadenas.

Alba García, licenciada en Biología por la Universidad de Granada y responsable de la Campaña de Plásticos en Greenpeace explica que no cuentan aún con cifras de cuánto ha aumentado el uso de plásticos desechables durante esta pandemia, pero su incremento salta a la vista. La especialista, explica que, ante la crisis sanitaria y la rapidez del contagio del virus, el hecho de que los alimentos que compramos estén envasados en plásticos desechables nos puede crear una falsa sensación de seguridad. Sin embargo, un nuevo estudio científico ha indicado que el virus permanece en las superficies de plástico durante dos o tres días. Sin ánimo de crear alarma, esto indica que los plásticos desechables pueden contener el virus, y por ello sería aconsejable desinfectar los envases que traemos a casa al hacer la compra para garantizar su seguridad, y/o mantener una correcta higiene de nuestras manos cada vez que tengamos contacto con ellos. Y sería aún mejor si pudiésemos ahorrarnos la mayoría de esos envases.

Los expertos médicos han explicado en múltiples ocasiones que el jabón y el agua caliente son efectivos para acabar con el coronavirus tanto en envases como en otros objetos. Por lo tanto, manteniendo estos estándares de higiene y desinfección, no hay motivo para fomentar el uso de envases y objetos desechables frente los reutilizables, salvo en condiciones de contagio u hospitalarias donde, como hasta la fecha, pueda ser necesario. Lavar y utilizar en la medida de lo posible tu propia botella, tu propia bolsa, y tus propios envases es lo más seguro que puedes hacer, porque sabes dónde han estado y cómo los has lavado y desinfectado.

Alba García remarca la importancia de que una vez pasada esta crisis sanitaria evaluemos la situación y podamos seguir apostando por los sistemas que reducen los residuos que generamos ya que, de tenerlos en marcha hoy en día, estarían contribuyendo a no tener que gestionar la ingente cantidad de residuos que nos inundan actualmente.

Por otro lado, explica que es fundamental que la necesidad de utilizar ciertos plásticos desechables ahora no se transforme en un argumento de la industria del plástico para seguir produciéndolos masivamente en el futuro. La salud y la seguridad es lo primero, pero esto no puede servir de excusa para que las empresas de los plásticos empujen hacia el consumo de desechables para su propio beneficio tras la pandemia. La industria del plástico debe seguir transformándose y adaptándose hacia un mundo reutilizable.

La representante de Greenpeace, explica que los sistemas de residuo cero que se construyen en torno a la reutilización crean empleos locales y comunidades resilientes, que aguantan cambios y dificultades como la que vivimos ahora. La fabricación de plásticos desechables se puede encargar a otros países, pero los sistemas de reutilización a nivel local deben ser gestionados por las propias personas y empresas de la zona, creando así esa riqueza local. Por ello tenemos que seguir buscando alternativas no desechables para nuestros envases, guantes y muchos otros. Al continuar buscando formas de reducir los plásticos de un solo uso, podemos detener la emergencia climática, reducir el plástico que contamina nuestra salud y nuestro planeta, y crear un futuro resistente con empleos locales y una economía fuerte.

En lugar de revertir los esfuerzos realizados para hacer frente a la crisis de contaminación por plásticos, que están protegiendo tanto nuestra salud como nuestro planeta, los gobiernos y las empresas necesitan contar con sistemas de saneamiento que respalden la salud pública y ambiental, y seguir fomentando los envases reutilizables para hacer frente a la contaminación por plásticos, que seguirá muy presente una vez afrontemos la pandemia causada por el virus COVID-19.

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