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Un estudio realizado por la Alianza para la Transparencia Corporativa (ACT), en la cual participa Sustentia sobre Información No Financiera en las memorias de empresas europeas, demuestra que la información incluida en sus memorias, en la mayoría de los casos analizados, no es lo suficientemente específica como para comprender la actividad de la empresa en materia de sostenibilidad.

La semana pasada se presentó el informe sobre la divulgación de información no financiera por parte de empresas realizado por la Alianza para la Transparencia Corporativa (ACT), en la cual participa Sustentia, junto con Frank Bold y otras organizaciones de la sociedad civil de reconocido prestigio. El estudio, ha analizado cómo 1.000 empresas ubicadas en 28 países europeos y pertenecientes a 11 sectores diferentes están aplicando los requisitos introducidos por la Directiva de la UE sobre Información No Financiera en sus memorias de sostenibilidad. 

El informe ha generado mucho interés por parte de la Comisión, en especial DGFISMA, europarlamentarios, inversores, supervisores, thinktanks, empresas, sociedad civil, analistas, entre otros. La investigación llega al mismo tiempo que la Comisión de la UE inicia el proceso de reforma de la ley y después de que el vicepresidente ejecutivo Vadis Dombrovskis anunciara planes para crear normas y estándares de la UE para la presentación de informes de sostenibilidad corporativa. En este sentido, la investigación proporciona una visión clara del estado de la cuestión en Europa, e identifica las brechas en la práctica de la presentación de informes corporativos que deben abordarse. Además, la Alianza pone a disposición publica la base de datos para posibles análisis individuales en profundidad.

Los principales hallazgos que presenta el informe fueron, en primer lugar, que la información incluida en las memorias no es lo suficientemente específica como para comprender la actividad de la empresa en materia de sostenibilidad. En segundo lugar, que los informes se centran en presentar políticas y compromisos generales (80-90% para cuestiones clave como el clima, los derechos humanos y la lucha contra la corrupción), pero  no metas concretas, resultados de políticas con respecto a estos objetivos e información  específica sobre riesgos e impactos (20% en promedio).Finalmente, sólo el 22% de las empresas proporcionan sus indicadores clave de rendimiento en un cuadro resumen. Esto contrasta con la forma en que se presentan los indicadores financieros.

Tal y como señala Richard Howitt, ex Director Ejecutivo de la IIRC y ex Europarlamentario expresó al respecto : “los resultados muestran que la firme intención de la Directiva de vincular políticas, riesgos y resultados en las memorias de sostenibilidad, se está quedando muy corto. Los informes describen políticas en las áreas identificadas. Por supuesto, es gratificante que más del 80 por ciento de las memorias de sostenibilidad analizadas describan políticas en las áreas identificadas. Sin embargo, la mera elaboración de políticas nunca fue un objetivo en sí mismo de la Directiva, por lo que la ausencia de información sobre impactos en las memorias exige una atención urgente tanto en la revisión de la Directiva como en la elaboración de nuevas memorias de sostenibilidad por parte de las empresas que se enfrentan ahora a un nuevo ciclo de reporting”.

Otro aspecto importante que demuestra la investigación es que no se presentan grandes diferencias entre las distintas regiones europeas, con la excepción de que las empresas de la antigua Europa del Este están rezagadas. Las empresas nórdicas tienden a estar entre las regiones que comunican información más específica que otras, pero no mucho (la mayor diferencia se da en ciertos indicadores de derechos humanos: el 33,4% de las empresas nórdicas revelan las medidas adoptadas para hacer frente a los riesgos, en comparación con el promedio del 19,4%). Las empresas francesas, en promedio, proporcionan una información ligeramente mejor sobre la estrategia para el cambio climático (el 24,41% informa sobre sus objetivos climáticos en relación con los objetivos del Acuerdo de París, frente a una media del 13,9%).

Carlos Cordero, Socio Director de Sustentia Innovacion Social, dijo al respecto: "La investigación muestra que en la mayoría de los casos la información no financiera incluida en los informes de las empresas suele ser muy vaga, no específica. Este es un problema particular en la descripción de riesgos. A menudo no está claro cuán grande y real es el riesgo, dónde está ubicado geográficamente, en qué línea de negocio, sitio o proveedor. Esta información es crucial para que un analista evalúe el desempeño de la empresa, o su perfil de riesgo. Entendemos que el mismo problema que se enfrentaron los analistas del proyecto de investigación, lo enfrentan los analistas empleados por los inversores".

 

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