Acabar con la pobreza en todas sus formas es uno de los propósitos de la Fundación Microfinanzas BBVA, desde hace doce años trabaja para promover el desarrollo de personas que cuentan con pequeños negocios pero que no tienen los recursos económicos necesarios para impulsarlos.

Con motivo del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, celebrado el 17 de octubre, el director general de la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA), Javier M. Flores explicó que “el apoyo financiero impulsa el talento y el esfuerzo de estos emprendedores y resulta fundamental porque logra estabilidad, fomenta el crecimiento, reduce la pobreza y consigue una distribución más equitativa de recursos y capacidades”.

La Fundación mide su desempeño social, analiza el progreso de los más de 2 millones de emprendedores a los que atiende a través de sus seis entidades microfinancieras en cinco países de América Latina, y se asegura de que todos los esfuerzos se centren en cumplir el objetivo del desarrollo de estos microempresarios. Según el último Informe de Desempeño Social “Midiendo lo que realmente importa”, los datos muestran como en 2018 el 55% de los que accedieron a crédito mejoró su renta, sus activos y ventas crecieron en promedio un 23% y un 17%, respectivamente. Además, el 34% supera la pobreza a los dos años con la entidad. 

Javier M. Flores asegura que los emprendedores están en el centro de toda la actividad de la Fundación, ofreciéndoles productos y servicios financieros que van desde los microcréditos hasta microseguros, y asesorándoles para que progresen. Más de 1,3 millones de personas han recibido educación financiera desde que se aprobaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible en 2015, también reciben capacitación técnica. Desde 2016, la FMBBVA cuenta con el estatus consultivo del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC), por su contribución al desarrollo a través de las microfinanzas.

Según el director general de la FMBBVA, “los emprendedores a los que atendemos es el mejor ejemplo del potencial que tienen las microfinanzas. Como por ejemplo Yamile Salazar, que empezó desde cero: tuvo una infancia difícil, su madre ganaba menos de 30 euros al mes y destinaba el 90% al alquiler. Pero de su afición a la costura, surgió una idea de negocio”. Salazar contó en Madrid que hoy, después de 10 años con la Fundación, tiene 90 personas a su cargo y vende ropa infantil por todo el país. “Cuando quise pedir un crédito para mi negocio fui a muchos bancos, pero me dieron la espalda hasta que me enteré de que Bancamía, la entidad de la FMBBVA en Colombia, creería en mí. Me abrieron una ventana al mundo". 

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) , en esta región alrededor de 184 millones de personas todavía viven en pobreza, un contexto que afecta en mayor medida a las mujeres, a los jóvenes y a los que viven en zonas rurales. Detectando este problema, la Fundación se ha comprometido en mayor medida con las mujeres,  representando el 60% de las personas a las que atiende. La digitalización está llegando a zonas remotas aunque no tengan cobertura para evitar que los emprendedores se desplacen, y pierdan tiempo y dinero. 

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