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Forética y el Grupo de Acción de Economía Circular han elaborado un estudio exhaustivo sobre la medición de la Economía Circular en las Empresas teniendo en cuenta los marcos regulatorios, los indicadores y el impacto en la gestión empresarial. Se presenta una hoja de ruta que sirve como herramienta práctica y de inspiración para aquellas organizaciones que quieran conocer su nivel de avance hacia un modelo de economía circular, alineando las iniciativas circulares con la estrategia de negocio y su impacto global.

En 2018, el Gobierno de España elaboró un borrador acerca de la 'Estrategia Española de Economía Circular. España 2030', siendo el punto de partida para seguir el ejemplo europeo en esta materia. El borrador ha puesto el foco en cinco sectores de actividad (industrial, bienes de consumo, agroalimentario, turismo y construcción y demolición) que adquieren cinco ejes de actuación para el cambio sectorial: materias primas secundarias, reutilización de agua, producción, consumo y gestión residuos

Para ello, se proponen 17 indicadores agrupados en 7 categorías (el 90% de éstos puede ser empleados por el sector privado): Producción y consumo (Consumo nacional de materiales, productividad de materiales, productividad energética, % gasto nacional en protección ambiental sobre el PIB, ratio de producción de bienes y servicios ambientales); Gestión de residuos (Tasa de reciclaje, tasa de vertido de residuos, ratio de reciclaje de residuos municipales, ratio de reciclaje, excluyendo los residuos mineros); Materias primas secundarias (Comercio de materiales primas recicladas); Reparación, reutilización y reciclado (Economía circular en los hogares, volumen de agua reutilizada); Impuestos (Ratio impuestos ambientales sobre total de impuestos); Empleo (Número de empleo creados en economía circular) e Investigación, desarrollo e innovación (Innovación circular en las empresas: innovación/I+D realizada por las actividades incluidas en economía circular, inversión privada, empleo y valor añadido bruto en los sectores del reciclaje, reparación y reutilización, número de patentes relacionadas con el reciclaje de materias primas secundarias). 

Con esta iniciativa, España se suma a la lista de 108 países que cuentan con políticas nacionales e iniciativas vinculadas con la producción y el consumo responsable, representadas por el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 12 que se vincula directamente con el modelo de economía circular. En la Estrategia Española de Desarrollo Sostenible se refleja los primeros pasos del país para la consecución de la Agenda 2030, destacando la necesidad de la acción empresarial para contribuir con el ODS 12 a través del fomento de políticas de sostenibilidad y de mejora ambiental.

Para avanzar en el mundo empresarial en términos de economía circular se necesita dar respuesta mediante la creación de un marco global y un lenguaje común que dé información de calidad, comparable y que permita aumentar el nivel de ambición cuando sea necesario. El concepto de economía circular sigue en continuo cambio y está ampliando sus fronteras y desarrollándose a medida que los distintos sectores empresariales van incorporando innovaciones a distintas escalas (producto, componentes, proceso, servicio, cadena de proveedores u otras empresas de distintos sectores). Existen varias definiciones que no se centran únicamente en indicadores ambientales sino que tienen en cuenta los sociales como la calidad de vida, la salud y el bienestar y la generación de empleo.

Según el estudio de Forética y Grupo de Acción Economía Circular, las empresas empiezan a querer medir la contribución de sus acciones para avanzar hacia una economía circular como conocer el valor que las iniciativas circulares están generando a la organización, la integración progresiva de la circularidad en todo el modelo empresarial en base a datos de impacto, la gestión de los riesgos asociados al modelo lineal existente o el impulso de una gestión responsable que dé lugar a una triple cuenta de resultados (económica, social y ambiental).

Para obtener esta información es preciso contar con indicadores que permitan medir el impacto de dichas acciones, un impacto que no solo se centre en la eficiencia de recursos (agua, energía, materias primas) sino que pueda traducirse en decisiones estratégicas a nivel empresarial, además de cuantificar el impacto de la empresa a nivel global vinculado con la consecución de la Agenda 2030, como el ODS 12 (producción y consumo responsable).

Las empresas más avanzadas en términos de integración de una aproximación circular ya han comenzado a medir el desempeño de sus acciones a partir del diseño de marcos propios, o utilizando los marcos ya existentes a nivel global como el Índice de Progreso de la Economía Verde; EU Resource Efficiency Scoreboard (2013); Raw Materials Scoreboard (2016); EU Monitoring Framework for the Circular Economy (2018); o a nivel nacional con la Estrategia Española de Economía Circular.

Sin embargo, todavía queda un gran gap de medición y de comprensión del impacto de las acciones vinculadas con la economía circular en el sector empresarial. Forética y Grupo Acción Economía Circular presentan una hoja de ruta que pretende servir como herramienta práctica y de inspiración para aquellas organizaciones que quieran conocer su nivel de avance hacia un modelo de economía circular y que permita alinear las iniciativas circulares con la estrategia de negocio y su impacto global.

Dicha hoja de ruta se basa en tres preguntas claras: qué medir, cómo medir y para qué medir.

Hoja de ruta economia ciruclar foretica.png

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