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Según datos del último Informe de Mercado de Trabajo de las Personas con Discapacidad 2019, elaborado por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y analizado por la Fundación Adecco, el 35% de las personas con discapacidad tiene empleo o lo busca. De las 1.860.600 personas con discapacidad en edad de trabajar, 651.700 eran activos. No obstante, la inactividad sigue siendo muy alta, y aumenta notablemente con la edad y el grado de discapacidad reconocido. El desempleo de las personas con discapacidad tiene rostro de mujer mayor de 45 años.

La población en edad laboral en España continúa con una tendencia bajista. Por el contrario, el número de personas con discapacidad no deja de aumentar, alcanzando el 6,19% de la población en edad laboral total, siendo la cifra más elevada del período. El año pasado se contabilizaban 1.840.700 personas con discapacidad en edad laboral, cifra que hoy alcanza 1.860.600, es decir un 1,08% más. Este aumento también se ha visto reflejado en el número de personas activas que ahora registra 651.700 personas con discapacidad, frente a 647.200 a finales del año pasado.

La mejora ha sido tímida y a pesar de los avances, la inactividad sigue siendo una de las principales características de las personas con discapacidad en edad laboral, siendo los inactivos el 22,29% en las personas sin discapacidad, pero alcanzan el 65% en personas con discapacidad. No hay diferencias muy grandes por sexos, pero sí por edad: las tres cuartas partes se concentran en los mayores de 45 años, y también por grado de discapacidad.

En términos generales, el número de ocupados con discapacidad está en aumento desde el año 2014, un aumento que se palpa sobre todo en el sector servicios, el único sector que ha mantenido un incremento constante en todos y cada uno de los años, acumulando un aumento del 27,35% y que concentra la mayor parte de los afiliados españoles, al estar nuestra economía basada en este sector: 75,53% para las personas sin discapacidad y 83% para las personas con discapacidad.

Según el SEPE, se contabilizan 481.000 personas con discapacidad ocupadas o lo que es lo mismo el 74% de la población activa con discapacidad tiene trabajo. De ellos, un 89% son asalariados y el 10,85% restante son autónomos. El perfil más frecuente del trabajador con discapacidad no varía notablemente. Trabaja en el sector servicios, contratado por cuenta ajena en un porcentaje cada vez mayor, y está ganando peso en el sector privado. El contrato temporal está ganando terreno al indefinido que sigue siendo el mayoritario, al igual la parcialidad que es cada vez mayor, frente a la jornada completa.

Los datos de afiliaciones a la Seguridad Social muestran un gran dinamismo en el empleo. En España, el número de afiliados crece más del 3% anual desde 2014, alcanzado en 2018, 18.914.563 afiliados. Las personas con discapacidad afiliadas están creciendo por encima de la media, concretamente en un 7,73% y, en los últimos cinco años ha acumulado un aumento del 40,73%, registrando en 2018 la cifra más alta con un número de afiliados de 269.736, lo que representa el 1,43% del total de los trabajadores cotizantes. Este aumento se ha producido en todas las provincias españolas, registrando mejores datos en Jaén, Albacete y Castellón, con un incremento de más del 60%.

Francisco Mesonero, director de la Fundación Adecco celebra "la velocidad en la que están aumentado las contrataciones de personas con discapacidad pues es reflejo del avance de nuestra sociedad y de una presencia cada vez mayor de las personas con discapacidad en nuestro mercado de trabajo. No obstante, todavía queda mucho camino por recorrer y una de las grandes barreras sigue siendo la inactividad. Debemos trabajar de la mano de las empresas; pero también de las familias de las personas con discapacidad, para que vean la empleabilidad en las empresas ordinarias como una posibilidad y una vía hacia la plena inclusión”. 

La formación es clave para garantizar el acceso al mercado laboral de las personas con discapacidad y el talón de Aquiles en la inclusión laboral de las personas con discapacidad. El 43% de los demandantes de empleo tiene tan solo estudios primarios y el 32% educación secundaria obligatoria, mientras que aquellos que tienen Grados Medio o Superior de FP representan el 13,26% y únicamente un 4,73% tiene estudios universitarios. Según Francisco Mesonero, “hay que fomentar que las personas con discapacidad se formen y mejoren su empleabilidad a través de certificados de profesionalidad, mayor acceso a la formación profesional tanto media como superior y a estudios universitarios; la inclusión laboral debe empezar en las etapas educativas y formativas o no podrán competir en igualdad de condiciones en el mercado laboral”. 

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