Organizada por la Fundación Adecco y Solidarios Orange, dirigida a jóvenes con y sin discapacidad, o en situación de vulnerabilidad, de entre 14 y 17 años. Estos adolescentes trabajan juntos durante una semana en torno a los 5 valores fundamentales de la diversidad y la inclusión: dignidad, empatía, tolerancia, equidad e igualdad. ”. Además, “la Escuela introduce la filosofía del ‘parenting’, ya que persigue que los niños y jóvenes que participen en las diferentes actividades actúen como transmisores de valores y ayuden también a concienciar a los adultos de su entorno más próximo”, añade Mesonero.
A lo largo de una semana, hijos de empleados de Orange conocen la realidad de la discapacidad y de otras situaciones de especial vulnerabilidad social realizando actividades de sensibilización. Durante esos días, participan en actividades como una comida a ciegas, para conocer y superar las limitaciones de los sentidos; una actividad tipo Masterchef con jóvenes con discapacidad, para cocinar juntos; o un programa de Radio Gigantes, dirigido por personas con discapacidad intelectual.
También conocen la actividad de Asociaciones y Fundaciones que trabajan con personas con discapacidad y un campamento de empleo dirigido a mujeres que se encuentran en situación de exclusión social. A través de estas experiencias, aprenden a valorar la labor que se lleva a cabo desde el tercer sector y conocer casos de niños y jóvenes con grandes dependencias, así como de familias con extrema vulnerabilidad social.
Además, tienen la oportunidad de conocer el testimonio de personas con discapacidad que destacan por su ejemplo de vida, tales como Juan Manuel Montilla (El Langui), Pablo Pineda (el primer universitario europeo con síndrome de Down) y la deportista paralímpica Desirée Vila.
En conclusión, tal y como explica, Cristina Leirós, responsable de voluntariado de la Fundación Adecco, “la interactuación entre participantes con y sin discapacidad es la manera más efectiva de concienciar a empresas y sociedad. La Escuela de valores es el punto de encuentro entre dos realidades que, en muchas ocasiones, no se conocen. Así, unos son testigos del talento de las personas con discapacidad y éstas se abren también a situaciones a las que no están acostumbradas, derribando conjuntamente barreras mentales y facilitando una futura inclusión laboral”.