Los datos abarcan un período de 10 años, en el cual 187 países reciben una puntuación en función de ocho indicadores. España aparece en el puesto 14 de este ranking, con una puntuación de 97,5 sobre 100.
En los últimos 10 años se han logrado avances considerables en las áreas medidas por el índice. Durante ese período, el promedio global aumentó de 70 a 75. En 131 economías se introdujeron 274 reformas a las leyes y reglamentaciones para favorecer la inclusión económica de la mujer. 35 países implementaron protecciones legales contra el acoso sexual en el trabajo, garantizando los derechos de casi 2000 millones de mujeres más que hace una década, 22 eliminaron las restricciones al empleo de las mujeres, aumentando sus posibilidades de acceder a determinados sectores de la economía que antes les eran prohibidos y en 13 fueron adoptadas leyes que exigen igual remuneración por trabajo de igual valor, según la información del Banco Mundial.
Según el índice, las economías que llevaron a cabo reformas registraron un mayor crecimiento en el porcentaje de mujeres que trabajan, lo cual contribuyó al empoderamiento económico de las mujeres. No obstante, a pesar de estos esfuerzos, las mujeres en muchas partes del mundo aún enfrentan leyes y reglamentaciones discriminatorias en cada una de las etapas de su vida laboral. 56 países no adoptaron ningún tipo de reforma para mejorar la igualdad de oportunidades de las mujeres durante el periodo de 10 años. El ritmo de reformas más lento fue registrado en la categoría de Gestión de activos, que examina las diferencias de género en los derechos de propiedad.
Los indicadores tenidos en cuenta son las leyes que afecta a la libertad para ir a cualquier lugar, empezar a trabajar, salario, el matrimonio, tener hijos, dirigir un negocio, administrar activos y el cobro de una pensión. En torno a ellos, se da respuesta a 35 preguntas clave muy diversas, como si una mujer es libre o no para solicitar un pasaporte o viajar sola, si puede una mujer obtener un trabajo legalmente o buscar un oficio o profesión de la misma manera que un hombre, si hay leyes que garanticen la igualdad salarial, si una mujer puede solicitar el divorcio de la misma manera que un hombre. En lo que respecta a tener hijos si está prohibido el despido de trabajadoras embarazadas o hay bajas por maternidad remuneradas. Hablando de dirigir un negocio, el informe cuestiona si puede una mujer firmar legalmente un contrato de la misma manera que un hombre, registrar legalmente un negocio de la misma manera que un hombre o incluso abrir legalmente una cuenta bancaria.
Los principales avances por regiones
La región de Asia oriental y el Pacífico registró el segundo mayor incremento en el índice, con un aumento de 64.80 a 70.73, y el segundo porcentaje más alto de economías que adoptaron reformas, con un 84%. En la región se llevaron a cabo 38 reformas. Nueve economías introdujeron modificaciones en la categoría relativa al Matrimonio promulgando leyes sobre violencia doméstica. China, Singapur y Vietnam se encuentran entre las ocho economías de la región que establecieron la licencia de paternidad remunerada.
Durante el periodo de 10 años, en Europa y Asia central se llevaron a cabo 47 reformas, la mayoría de ellas en la categoría referida a la Jubilación. Nueve economías, entre ellas Kazajstán y Ucrania, están equiparando las edades en que hombres y mujeres pueden jubilarse y recibir la pensión completa. El índice correspondiente a la región aumentó de 80.13 a 84.70, la puntuación regional promedio más elevada si no se toman en cuenta las economías avanzadas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Bulgaria y Turquía fueron dos de las seis economías que establecieron la licencia de paternidad remunerada.
Durante el período analizado, el índice correspondiente a América Latina y el Caribe aumentó de 75.40 a 79.09, el segundo mayor crecimiento entre las economías emergentes y en desarrollo. Las economías de la región implementaron 39 reformas, y en varios casos extendieron la licencia por maternidad. Bolivia, que permite que las mujeres consigan empleos de la misma manera que los hombres y prohíbe el acoso sexual en el trabajo, registró el segundo mayor incremento en puntuación a nivel global. En México se prohibió el despido de trabajadoras embarazadas.
Las economías de Oriente Medio y Norte de África llevaron a cabo 19 reformas. La región obtuvo la puntuación promedio global más baja en igualdad de género con 47.37 y registró el menor aumento en la puntuación promedio regional. La categoría relativa al Matrimonio registró cambios importantes: cuatro economías —Argelia, Bahrein, Líbano y Arabia Saudita— establecieron leyes contra la violencia doméstica, reflejadas por el indicador. Jordania adoptó los créditos jubilatorios para los períodos de interrupción del empleo motivados por el cuidado infantil.
Asia meridional registró el mayor incremento en la puntuación promedio a nivel regional, con un aumento de 50 a 58.36, y el porcentaje más elevado de economías que llevaron a cabo reformas, con un 88%. Seis economías de la región, entre ellas India, Bangladesh y Nepal, adoptaron reformas en la categoría relativa al Acceso al empleo, promulgando leyes contra el acoso sexual en el trabajo. Maldivas prohibió el acoso sexual en el ámbito laboral, estableció recursos civiles complementarios, leyes contra la violencia doméstica, la licencia de paternidad remunerada, y prohibió la discriminación basada en el género por parte de los acreedores.
En la última década, África al sur del Sahara llevó a cabo 71 reformas, superando así a las demás regiones. Si bien esto se debe, en parte, al gran número de economías de la región, es también una señal de mejora con respecto al valor de referencia. Más de la mitad de las reformas se llevaron a cabo en los ámbitos relacionados con el Acceso al empleo y el Matrimonio. En cada uno de estos indicadores, las áreas de mejoras más importantes están relacionadas con las leyes sobre violencia de género. Cinco economías promulgaron leyes sobre acoso sexual en el trabajo y violencia doméstica.
Según Kristalina Georgieva, Presidenta Interina del Grupo Banco Mundial, “si las mujeres tuvieran igualdad de oportunidades para desarrollar todo su potencial, el mundo no solo sería más justo, sino también más próspero. El cambio está ocurriendo, pero no lo suficientemente rápido, y a 2.700 millones de mujeres se les sigue limitando legalmente el acceso a los mismos empleos que los hombres. Es fundamental que eliminemos las barreras que impiden el avance de las mujeres, y con este informe nos proponemos demostrar que las reformas son posibles y acelerar el cambio”.