Con este logro, Caixabank culmina una estrategia de varios años que contemplaba el objetivo de ser Carbon Neutral en 2018 y que se apoyaba sobre dos líneas de trabajo: la reducción al máximo de las emisiones contaminantes y la compensación de aquellos gases de efecto invernadero que fueran indispensables para desarrollar su actividad cotidiana. En los últimos años, CaixaBank ha reducido en un 69% sus emisiones a través de la compra de energía de origen renovable, la disminución del consumo energético (ha sustituido equipos de climatización; implantado iluminación LED; cambiado equipos informáticos…) y el descenso en el consumo de papel con un proyecto global de digitalización y contratación online, entre otras iniciativas.
Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, ha destacado que “Caixabank ha hecho de la lucha contra el cambio climático un pilar básico de su plan de banca socialmente responsable. El logro de este propósito –ha añadido- refleja un compromiso que va más allá de las obligaciones legales y se concreta en un sistema de gestión medioambiental que integra toda la actividad de negocio y que incluye todos los proyectos, servicios y productos”.
Las emisiones generadas como consecuencia de la actividad de la entidad (consumo de electricidad, uso de combustibles, generación de residuos, etc.), un total de 34.778 toneladas de CO₂, se han compensado a través de dos proyectos. El de mayor envergadura contempla la instalación de 30 aerogeneradores en un parque eólico de la región de Tamil Nadu, en India, que transformarán la energía natural del viento en energía eléctrica y la suministrarán en esta zona del sur del país. Este proyecto contribuye también a dinamizar la economía local y a la creación de puestos de trabajo, priorizando la contratación de personas en situación de vulnerabilidad.
Asimismo, la entidad ha realizado un proyecto de absorción de CO₂ reforestando una zona incendiada en Montserrat, que tiene una extensión de 11 hectáreas y donde se han plantado 4.500 árboles de especie autóctona por una empresa que trabaja con personas en riesgo de exclusión social. Esta acción de reforestación absorberá 812 toneladas de CO₂ en 40 años.