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Los estados que integran el Grupo de Crecimiento Verde, entre los que se encuentra España, han adoptado una declaración conjunta para instar a las instituciones europeas a pisar el acelerador para materializar las estrategias contra el cambio climático.

El Consejo de Ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea celebrado este lunes en Luxemburgo ha acordado un docuemnto en el que se plantea una presión adicional a la Comisión Europea en el contexto del cumplimiento del Acuerdo de París. Dicha presión se centra fundamentalmente en dos aspectos: que la UE llegue a la próxima cumbre del clima de la ONU en Katowice (COP24) con una estrategia de descarbonización a largo plazo (2050) y que actualice al alza su contribución al cumplimiento del Acuerdo de París a partir de 2020. Algo factible, teniendo en cuenta que la UE elevó su objetivo de renovables (de un 27 a un 32%) y eficiencia energética (de un 27 a un 32,5%) para 2030 la semana pasada.

La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, también ha apoyado la propuesta de la Comisión Europea para el nuevo Reglamento de CO2 para turismos y furgonetas, en la que se plantea una reducción de las emisiones medias de la flota de un 15% en 2025 y de un 30% en 2020, respecto a niveles de 2020 en ambos casos. “Es imposible reducir emisiones sin abordar un cambio en el modelo actual de movilidad. Somos conscientes de que la industria del automóvil, tan importante en España, necesita tiempo para afrontar este cambio de modelo. No obstante, debe pensar cuál es la mejor estrategia empresarial para el futuro, teniendo en cuenta lo que le demandarán unos clientes cada vez más preocupados por las afecciones que la contaminación tiene sobre la salud”, ha defendido la ministra.

España defiende que el futuro reglamento concilie la capacidad de adaptación de la industria del automóvil con los cambios en el modelo de movilidad y con la necesidad de reducir emisiones. Al tiempo que nuestro país quiere que la nueva normativa abra oportunidades de innovación para el sector automovilístico español.

En el paquete de discusión en torno al agua potable, la ministra para la Transición Ecológica ha apoyado el reconocimiento al acceso al agua potable del grifo como un derecho fundamental para el conjunto de los ciudadanos, así como la mejora de las condiciones de salubridad de los materiales en contacto con el agua potable. España ha respaldado también los avances en materia de economía circular en la UE, que persiguen cambios importantes en el modelo de producir y de consumir. “Hablamos de producir más con menos, así como de asegurar la capacidad de recuperación de los materiales para que se incorporen de nuevo como recursos secundarios en la cadena de producción”, ha resumido Teresa Ribera.

La ministra ha mantenido reuniones bilaterales con los ministros de Alemania, Francia, Portugal y Suecia, así como con el comisario europeo de Medio Ambiente, Karmenu VellaTeresa Ribera ha estado acompañada del consejero vasco de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda, Iñaki Arriola, quien ha intervenido en el Consejo en nombre de todas las Comunidades Autónomas, que recuperan su voz en este foro. Arriola ha destacado el “cambio de actitud” del Ministerio para la Transición Ecológica que ha permitido a Euskadi, que en estos momentos coordina la posición de las Comunidades Autónomas, poner en valor el papel protagonista de las regiones en la lucha contra el cambio climático y el desarrollo sostenible.

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