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Esta es, quizá, la principal conclusión que puede resumir la tercera edición de TransveRSa, que ha reunido a más de un centenar de profesionales para hablar sobre el rol estratégico de los directores de responsabilidad social.

En esta ocasión, este congreso anual se ha articulado en torno a dos ejes: la transversalidad de la responsabilidad social y la elevación de las funciones del Dirse. Empresas como Bankia, Danone o Consum han compartido con los asistentes su aproximación a la gestión de la responsabilidad social y cómo integran las prácticas de negocio responsable en sus modelos de gestión. Bankia ha presentado de la mano de Juan Pablo Hernández de la Merced, director comercial Bankia Pensiones, su caso sobre el Fondo Futuro Sostenible. Por su parte Danone, cuya representante ha sido María del Mar Güell, Sustainability Manager-Public Affairs IBERIA ha expuesto el caso del Proceso de certificación BCorp de Danone. Finalmente se ha presentado el caso Informe de Sostenibilidad y diálogo con stakeholders en Consum, de la mano de Javier Quiles, director de Relaciones Externas de Consum.

Uno de los temas estrella ha sido la rendición de cuentas. Sobre ella, Alberto Andreu, Dr. en Economía y profesor asociado en la Universidad de Navarra, ha afirmado que "una compañía estará en disposición de rendir cuentas si responde de forma solidaria ante terceros, es decir, como una compañía en su conjunto, no departamento a departamento; asume compromisos públicos ante terceros (tanto en lo financiero como en lo no financiero) y explica el nivel de cumplimiento de esos compromisos, tanto de los que se cumplen, como de los que no (y es ahí donde cobra sentido el principio de “cumplir o explicar” sobre el que se asienta la RSC). Si se entiende así la rendición de cuentas, es evidente que solo puede relanzarse cuando la función de RSC es trasversal a todas las áreas de la compañía, y no se circunscribe solo a un departamento, ya sea el de RSC o el Sostenibilidad". No obstante, tal como ha recordado Andreu, "la reforma de la Ley de Sociedades de Capital lo ha cambiado todo al pasar la política de RSE a ser considerada una responsabilidad indelegable por parte del consejo de administración".

En este sentido, María del Mar Güell ha añadido los tres retos más importantes en su opinión: que no sea prioridad del departamento de Sostenibilidad, sino de todos; conseguir que coincidan tanto los retos a largo plazo como el día a día del negocio y terminar con el miedo que tienen las grandes corporaciones a la transparencia. Y Juan Pablo Hernández ha señalado que "dado que nuestro programa de gestión responsable tiene tanto el apoyo del consejero delegado como del consejo de administración, significa que en Bankia vamos en serio".

En el encuentro han participado también Elvira Rodríguez, presidenta de TRAGSA; Antonio Espinosa de los Monteros, Fundador y CEO de AUARA; José Almansa, CEO de Welever; y Juan Suárez, cofundador y director de Aristrocrazy. Todos ellos han explicado que la función del Dirse en sus organizaciones está ligada con la definicición y activación del propósito corporativo. Javier Garilleti, director general de la Fundación EY y moderador de la mesa sobre negocio responsable y propósito, ha asegurado que "el propósito es el nuevo concepto de referencia cuando se habla del rol de la empresa en la sociedad. Se trata de un concepto muy vinculado a la visión del líder de la organización, sobre todo, en cómo su organización puede tener un impacto significativo entre sus stakeholders, que ahora son más exigentes y que trasladan nuevos requerimientos. Si queremos hacer operativa la idea del propósito en nuestras organizaciones, y que no se quede en un concepto de marketing amable, es necesario actuar a múltiples niveles, pero todos vinculados con la cultura corporativa".
 
Por su parte, Francisco Hevia, presidente de DIRSE, ha dicho que "para conseguir la excelencia corporativa, la organización necesita establecer un diálogo continuo entre todas sus áreas funcionales que permita detectar todos aquellos aspectos fundamentales que pudieran contribuir o destruir su cadena de valor. En este proceso, el rol del dirse cobra un papel fundamental respecto a la función de dinamización del resto de áreas organizativas en las empresas para la extensión de las estrategias de responsabilidad social corporativa". Sebastián Cebrián, director general de la Asociación de Directivos de Comunicación, Dircom, ha señalado que "as empresas que no aboguen por modelos sostenibles desparecerán. La sostenibilidad ya no es una opción sino parte de su actividad principal. La economía del marketing ha dado paso a la economía de la reputación y la reputación sólo es posible cuando se es responsable en lo económico, en lo medioambiental y en lo social".
 
Y Ángel Alloza, CEO de Corporate Excellence – Centre for Reputation Leadership, ha destacado que "la clave para generar confianza está en la transparencia. Es un imperativo social al convertirse en un factor clave en la decisión de compra: 82 % en el caso de España. En la actualidad los ciudadanos exigen una mayor cantidad de información para construir sus opiniones. Para poder cumplir esas expectativas y gestionar de manera excelente la reputación, las compañías deberán seguir un camino marcado por la responsabilidad y la transparencia. Pero en este proceso los empleados desempeñan un rol esencial. Como indicamos en nuestro informe Tendencias en Reputación y Gestión de Intangibles. Approaching the Future 2018, una empresa transparente necesita contar con el apoyo de sus empleados; solo así construirá una cultura de transparencia permeable a todas las áreas de la organización".

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