El documento señala que, a menos que se tomen medidas climáticas y de desarrollo urgentes a nivel mundial y nacional, estas tres regiones juntas podrían encontrarse con decenas de millones de migrantes climáticos internos para 2050. En conjunto, podrían ser 86 millones en el África subsahariana, 40 millones en Asia Meridional y 17 millones en América Latina. Se trata de personas forzadas a mudarse de áreas cada vez menos inviables de sus países debido a problemas crecientes como la escasez de agua, pérdida de cosechas, aumento del nivel del mar y marejadas ciclónicas. Estos migrantes climáticos serían adicionales a los millones de personas que ya se están moviendo dentro de sus países
por razones económicas, sociales, políticas o de otro tipo", advierte el informe.
La directora ejecutiva del Banco Mundial, Kristalina Georgieva, ha dicho que esta nueva investigación proporciona una llamada de atención tanto a países desarrollados como a instituciones: "ahora tenemos una pequeña ventana, antes de que se agraven los efectos del cambio climático, y preparar el terreno para esta nueva realidad". "Las ciudades deben dar pasos para hacer frente a la tendencia ascendente de las llegadas de personas desde las zonas rurales y mejorar las oportunidades de educación, capacitación y empleo reportará beneficios a largo plazo. También es importante ayudar a las personas a tomar buenas decisiones sobre si quedarse donde están o moverse hacia nuevos lugares donde son menos vulnerables", ha señalado.
El equipo de investigación, liderado por el especialista ambiental Principal del Banco Mundial, Kanta Kumari Rigaud, y formado por investigadores de CIESIN Columbia University, CUNY Institute of Demographic Research y el Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático, analizó tres posibles escenarios de cambio climático y desarrollo, desde el más pesimista (altas emisiones de gases de efecto invernadero y caminos desiguales de desarrollo), con uno más "amigable" con el clima así como escenarios de "desarrollo más inclusivo" en los que el clima y la acción de desarrollo nacional aumentan en línea con el desafío. En cada escenario, aplicaron impacto demográfico, socioeconómico y climático para simular cambios probables en la población dentro de los países.
Este enfoque identificó los principales "puntos calientes" de la migración y la emigración climática, áreas en las cuales se espera que las personas se muevan: urbanas, peri-urbanas y rurales a las que las personas tratarán de moverse para construirse una nueva vida aunque sin medios para hacerlo. "Sin la planificación y el apoyo adecuados, las personas que migran de las zonas rurales a las ciudades podrían enfrentar nuevos e incluso más peligrosos riesgos más peligrosos", ha advertido Kanta Kumari Rigaud. También ha dicho que "podremos ver aumento de tensiones y conflictos como resultado de la presión sobre recursos escasos. Pero eso no tiene por qué ser el futuro. Si bien la migración climática interna se está convirtiendo en una realidad, no será una crisis si lo planificamos desde ahora".
El informe recomienda acciones clave a nivel nacional y mundial, que incluyen:
• Reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero para reducir la presión climática en las personas y medios de subsistencia, y para reducir la escala global de la migración climática.
• Transformar la planificación del desarrollo para tener en cuenta el ciclo completo de la migración climática (antes, durante y después de la migración).
• Invertir en datos y análisis para mejorar la comprensión de las tendencias de migración climática interna.