Afrontar un nuevo año significa hacer balance de lo logrado y fijarse los objetivos para el próximo ejercicio. El banco que preside Francisco González así lo ha hecho y ha definido sus pasos para continuar avanzando en temas tan importantes como la financiación responsable, la transformación digital o los derechos humanos.
Tal y como informan en su web corporativa, BBVA trabaja desde hace varios años proporcionar a sus clientes soluciones innovadoras que les ayuden en la transición hacia una economía baja en carbono. En febrero de 2017, firmó con Iberdrola el primer green loan o préstamo verde con una compañía energética. Por un importe de 500 millones de euros. Esta operación fue la primera de sus características en el mundo; la de mayor importe realizada hasta el momento y un gran hito en un mercado que se ha ido consolidando en los últimos 10 años. BBVA, que ya era un referente en el sector, actuaba así como pionero a la hora de ofrecer soluciones innovadoras y de impacto social en el sector de la inversión.
Pero este no ha sido el único logro en 2017. Otros hitos —como la firma del primer préstamo verde mundial con estructura project finance con la italiana Terna, o el préstamo concedido a Novo Hospital de Vigo, que ha supuesto el primer green project finance en España— han consolidado a BBVA en su papel de actor relevante del sector.
En 2018 se espera un fuerte crecimiento del mercado, todavía incipiente, de los préstamos verdes. En este campo, BBVA cuenta con capacidad para ofrecer soluciones financieras sostenibles tanto en bonos como en préstamos y, a la vez, asesorar a sus clientes. 2018 será el año de nuevos avances.
Recientemente este banco se incorporó a un grupo piloto formado por 16 bancos que, tutelado por United Nations Environment Programme – Finance Initiative (UNEP FI), trabaja en la implementación de las recomendaciones de la Task Force on Climate Related Climate Disclosures (TCFD) creada por el Financial Stability Board (FSB).Durante los dos próximos años, este grupo se encargará de analizar cómo afectará el calentamiento global del planeta al negocio bancario. Los bancos implicados se centrarán en el análisis de los riesgos físicos (los que están asociados directamente al cambio climático) y los de transición (cambios regulatorios, tecnológicos o sociales) y, a partir de ahí, evaluar cómo se pueden integrar en sus modelos de riesgos.
Esta entidad financiera ya ha fijado su plan de acción para adecuar su gestión de riesgos y publicar la información requerida por las recomendaciones de la TCFD en áreas como gobernanza, estrategia, gestión de riesgos, métricas y objetivos.
BBVA ha llevado a cabo un proceso de debida diligencia en todas sus áreas y en todos los países donde tiene presencia para elaborar su nuevo compromiso en materia de Derechos Humanos. Este proceso ha sido un trabajo complejo y ambicioso: se trataba de identificar los impactos potenciales de las operaciones sobre los Derechos Humanos, diseñar mecanismos para prevenirlos y disminuirlos y disponer de los canales y procesos adecuados para asegurar que, en caso de vulneración, se establecerían mecanismos de reparación adecuados.
En un entorno cada vez más incierto, los métodos tradicionales de medición comienzan a quedarse cortos. Sucesos cuyo impacto económicos resultan complejos de medir—como la crisis de los refugiados o las consecuencias de los desastres naturales— exigen nuevas herramientas y procesos para analizar los datos de forma responsable y trabajar a favor de los retos sociales. nuevas herramientas y procesos para analizar los datos de forma responsable y trabajar a favor de los retos sociales. BBVA es consciente de que las posibilidades son inmensas en este campo y trabaja en esa dirección.
Un ejemplo es BBVA Research que tiene la capacidad de seguir los acontecimientos geopolíticos para identificar sus efectos. En este sentido, ha elaborado un mapa en el que ha plasmado los efectos de acontecimientos políticos y económicos, como el impacto de la ralentización de la economía china en el resto del mundo.
BBVA está empezando a contemplar opciones de negocio para particulares que aúnen ‘big data’, medio ambiente y responsabilidad social. En el mercado ya hay ejemplos, como la startup UP4DATA, que ha pasado por el programa de Empleo Digital de la Fundación Telefónica y ha desarrollado una herramienta de ‘business intelligence’ y ‘big data’ que se puede aplicar a la responsabilidad corporativa de las empresas para hacer mediciones.
"El objetivo para 2018 es claro: seguir contribuyendo desde el sector financiero a la construcción de un mundo mejor donde todas las personas tengan las mismas oportunidades", señalan desde la entidad financiera.