La ONU hace cada año un seguimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos para 2030 con el objeto de valorar los avances y retrocesos y que los países e instituciones puedan tomar medidas al respecto. El pasado año España, que alcanzó el puesto 30 de 149, solo aprobó en igualdad de género (ODS 5) y acumuló hasta nueve objetivos en rojo; puntuando especialmente bajo en los indicadores de empleo, investigación, reciclaje de residuos municipales, biodiversidad o ayuda al desarrollo. La segunda edición del SDG Index & Dashboards 2017, presentada este miércoles en Madrid por la Red Española para el Desarrollo Sostenible (REDS), pone de manifiesto que en los últimos meses ha habido una sensibilidad algo mayor por parte de la sociedad española en conseguir mejores resultados. Pero, aún queda mucho por hacer.
“En lineas generales tanto las administraciones, como las universidades y empresas han respondido de manera positiva para alcanzar estos desafíos. Hay una mediana satisfacción”, ha señalado Miguel Ángel Moratinos, presidente de REDS. El también ex ministro ha recordado el momento de cambio, confusión y cierto pesimismo que vive la sociedad global y ha aprovechado para valorar el significado de esta Agenda 2030. “Nos da una esperanza y un camino distinto de paz y solidaridad. Hay que implementarla seriamente y España debe trabajar igual que los suecos o los daneses”, ha destacado.
En la parte alta de este ranking se encuentran Suecia, Dinamarca, Finlandia y Noruega; España en la posición 25 de 157 países. “Podríamos llegar al puesto 20 con relativa facilidad, pero en relación a Europa estamos en una posición intermedia-baja”, ha afirmado el profesor Javier Benayas, profesor titular de la Universidad Autónoma de Madrid. El estudio elaborado por la Fundación Bertelsmann y por el Sustainable Development Solutions Network (SDSN) sitúa a España con seis Objetivos de Desarrollo Sostenible en rojo; el ODS 8, 9, 12, 13, 14 y 15. Es decir, suspendemos en los siguientes aspectos: trabajo decente y crecimiento económico; industria, innovación e infraestructura; producción y consumo responsable; acción climática; vida submarina y en ecosistemas terrestres. “Los indicadores en rojo señalan que el país tiene que superar obstáculos considerables para lograr el ODS en cuestión”, ha explicado Benayas. El color naranja se aproxima al rojo y simboliza que aún hay retos importantes en dichos asuntos, el amarillo al verde; próximo a lograr el objetivo. Los ODS relacionados con el fin de la pobreza, el hambre cero, la educación de calidad, la reducción de las desigualdades, instituciones sólidas y alianzas son en los que España ha obtenido el color naranja. “Los retos relacionados con la salud, la igualdad de género, saneamiento, energía asequible y ciudades sostenibles son donde mejor estamos colocados”, ha detallado el docente.
Por primera vez, el índice ha incluido los indicadores con “efectos secundarios adversos” que valoran la influencia que tienen las políticas y acciones de unos países sobre la capacidad de otros para alcanzar los ODS. De ahí se explica también el resultado de España. La disminución de la Ayuda Oficial al Desarrollo, las emisiones de gases de efecto invernadero o la falta de estrategia para la protección del océano han afectado a la puntuación española en relación a la escena internacional.
La Red para las Soluciones de Desarrollo Sostenible, The Sustainable Development Solutions Network (SDSN), ha reclamado a los países a que se comprometan en la consencución de los ODS como agenda inclusiva que logre el bienestar para todos sin excepción.
