Europcar ha presentado los resultados de la cuarta edición de su‘Observatorio del Transporte y la Movilidad’, un informe que realiza cada año en colaboración con el Instituto Ipsos. La encuesta, que tiene el propósito de identificar nuevas tendencias de movilidad en Europa, está basada en las respuestas de más de 6.000 conductores mayores de 18 años en España, Francia, Alemania, Italia, Portugal, Bélgica y Reino Unido.
Como aspecto destacado de esta edición, cabe señalar que la amplia mayoría de los europeos ha cambiado de forma significativa sus hábitos de conducción con respecto a 2010, principalmente por razones económicas, pero también para proteger el medio ambiente.
La relación con sus coches también se ha transformado, a la libertad que el vehículo ofrece se imponen otras cuestiones como el gasto y la poca practicidad que supone tener un coche en propiedad. De hecho, un número cada vez mayor de conductores están planteándose deshacerse de su coche. Especialmente, en zonas urbanas en las que soluciones alternativas como el transporte público, compartir el coche para desplazamientos diarios o la bicicleta cobran relevancia y opciones como el coche en autoservicio, la tecnología de geolocalización que permite encontrar un vehículo en la calle y el pago por minutos u horas muestran el alquiler como una opción cada vez más atractiva.
Según los resultados generales de la encuesta, el 91% de los conductores europeos ha cambiado su forma de conducir con respecto al año anterior por razones económicas, lo que representa un 1,5% más que en 2010. Los cambios a los que se refieren incluyen una
conducción más lenta y un uso más comedido del vehículo en todo tipo de viajes. Al igual que el año anterior, los portugueses, franceses y españoles son los que más despuntan en este sentido con un 95, 94 y 93% respectivamente; mientras los alemanes y los belgas han cambiado menos sus hábitos (un 89 y un 86%, respectivamente).
Los conductores portugueses y franceses también reconocen haber cambiado sus hábitos por razones medioambientales (89 y 87%, respectivamente); Reino Unido queda rezagado con solo un 76%. En global, los europeos encuestados reconocen en un 82% de los casos haber modificado su estilo de conducción por cuestiones ecológicas.
A raíz de la crisis económica, un creciente número de europeos considera que el coste del coche en propiedad es elevado. Concretamente, un 36% respondió que está absolutamente de acuerdo, frente al 33% obtenido el año anterior. Esta vez, Reino Unido se pone a la cabeza, ya que un 88% de británicos afirma que su vehículo les cuesta mucho dinero.
Además, el 43% de los conductores europeos afirma que ha considerado o podría considerar la opción de deshacerse de su coche o de uno de los vehículos que tiene en propiedad. Una cifra que está cuatro puntos por encima de la obtenida en 2010 y siete de la alcanzada en 2008. De ellos, el 84% menciona razones económicas como la principal motivación (tres puntos por encima del año anterior) mientras el 50% habla de cuestiones ecológicas.
EL MERCADO ESPAÑOL
Los cambios en los hábitos de conducción de los españoles se consolidan como consecuencia de la crisis económica y una mayor conciencia ambiental
Hasta un 93% de los españoles encuestados reconoce haber cambiado sus hábitos de conducción por razones económicas e incluso, seis de cada diez afirma que aplica estos cambios con regularidad. Un fenómeno que se ha venido intensificando desde el año 2009, así en 2011 el 76% asegura conducir de forma distinta, un porcentaje seis puntos superior al alcanzado en 2010.
Los aspectos medioambientales también han contribuido a liderar el cambio al volante, al menos así lo reconoce un 81% de los españoles. Existe un interés especial en nuestro país por el uso del transporte público y el coche compartido. Hasta tal punto es así, que España se encuentra en los primeros puestos de la lista de países con gastos más altos relacionados con el vehículo. A pesar de todo y según el informe, lo que más parece influir a los españoles es la descongestión del tráfico en los centros urbanos.