El desarrollo de este proyecto no está sólo encaminado a mantener y mejorar la biodiversidad del ecosistema, sino que quiere posibilitar la capacidad de adaptación del medio a escenarios cambiantes: cambios climático, sociocultural y efectos de contaminantes.
En el año 2008 se identificó, junto con el equipo técnico del Distrito Forestal VII, una parcela de 7 ha que tras sufrir un incendio presentaba un estado muy alejado del idóneo, con una composición, estructura y funcionamiento inadecuado del ecosistema. Se encontraba desprovista de vegetación arbórea y en su lugar aparecían especies colonizadoras de matorral propias de espacios abiertos sometidos a una gran exposición solar. El incendio provocó que la composición florística fuera muy pobre, que no hubiera cubierta arbórea y como consecuencia las pérdidas de suelo podían llegar a ser muy importantes a lo largo del año.
El objetivo principal del proyecto es recuperar el bosque autóctono de especies caducifolias en aquellas zonas carentes de vegetación arbórea por incendios ocurridos en el pasado. De este modo se recuperan hábitat de interés comunitario y de especies de fauna de alto valor, como el oso pardo.
Acciónatura, con la colaboración de Esker, pretende desarrollar las actuaciones de manejo adecuadas para las especies introducidas, garantizar la máxima supervivencia de las plantas en la reforestación, favorecer un correcto desarrollo de los ejemplares plantados, lograr una mayor continuidad de masas forestales inconexas disminuyendo la fragmentación forestal, aumentar la diversidad estructural del bosque, introduciendo una amplia variedad de especies de árboles autóctonos, así cómo concienciar a la población local sobre la importancia de la conservación del bosque autóctono.