Visto desde una perspectiva urbana, la pandemia ha puesto de manifiesto el alcance de las desigualdades en los grandes conglomerados urbanos. Las ciudades han estado en la vanguardia de la crisis, siendo estas las más perjudicadas en cuanto a pérdidas de empleo y cierres definitivos. Las grandes urbes fueron, sin dudas, las más afectadas tras el paso de la COVID-19. Sin embargo, también hay que reconocer que las ciudades son motores de dinamismo e innovación y en ellas están también las claves para la recuperación de la crisis económica. La dirección de Hábitat de Naciones Unidas publicó un informe que pretende servir como hoja de ruta para garantizar que la política se traduzca en la práctica. El documento proporciona la base para la tan necesaria acción a nivel local en materia de ordenación del territorio, pobreza, desigualdad, economía y gobernanza.