En España, sólo el 16% de los profesionales del área STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) son mujeres, según publicó el Observatorio de la Fundación La Caixa en julio 2022. Indica dicho informe asimismo que “pese a estos bajos porcentajes, las mujeres que deciden cursar un grado STEM tienen mejor rendimiento académico que los hombres y unas notas similares”. ¿A qué se debe pues que, una vez en el entorno profesional de las compañías tecnológicas, ellas brillen de manera creciente por su ausencia cuanto más alto en la jerarquía de toma de decisiones?