Un informe recientemente publicado por el Banco Mundial titulado “Commodity Markets Outlook” (Perspectivas de los mercados de productos básicos), advierte que la depreciación monetaria aumenta el riesgo de que se intensifiquen las crisis alimentaria y energética. Además, los expertos explican que los elevados precios de los productos básicos energéticos que sirven de insumos para la producción agrícola han venido impulsando el alza de los precios de los alimentos. En este sentido, el aumento mayor a lo esperado de los costos de la energía repercute en otros tipos de precios, sobre todo el de los alimentos, lo que prolongaría los desafíos asociados a la inseguridad alimentaria, al tiempo que demora la transición energética.