Publicado el
Trump, ómnibus, adaptación o confianza han sido algunas de las palabras que más hemos escuchado en los diferentes encuentros con empresas en este arranque de año. En 2025 la agenda de la sostenibilidad entra en un nuevo ciclo de consolidación en el contexto empresarial, marcado por la priorización de la competitividad y un mayor foco en el impacto.
Tendencias ESG 2025: Impacto y competitividad en el nuevo super ciclo de la Sostenibilidad Empresarial

Y es que 2024 ha sido un año cargado de puntos de inflexión en al ámbito político, social y ambiental. Decenas de procesos electorales a nivel mundial han reflejado un cambio de prioridades a través de retóricas basadas en el restablecimiento de la competitividad, la seguridad nacional y un avance del proteccionismo económico.

Un nuevo récord de temperaturas, el impacto real de la mayor incidencia de fenómenos meteorológicos extremos que vuelve a aparecer liderando el informe de riesgos globales de Davos (destacando las riadas en Valencia o los actuales incendios en Los Ángeles), la dificultad de acceso a bienes básicos como la vivienda, la necesidad de adaptar el mercado de trabajo ante la disrupción de la Inteligencia Artificial o una carrera contrarreloj para prepararse para las nuevas exigencias, especialmente en materia de reporte, estuvieron y siguen en el foco.

En 2025, las tendencias ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) serán cruciales para definir y quizá recalibrar la agenda empresarial de sostenibilidad. El análisis de Forética, reflejado en el ya tradicional Informe Tendencias ESG 2025 , destaca cinco claves:

  • Desde la adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el Acuerdo de París en 2015, los reguladores han intensificado la presión normativa en sostenibilidad, especialmente en Europa. Esta avalancha regulatoria ha generado avances, pero también efectos no deseados, como la inseguridad jurídica y el riesgo de incumplimiento. Las empresas han priorizado el cumplimiento normativo sobre la gestión de impactos, lo que ha llevado a cuestionar la competitividad de sectores y países. Ahora la Comisión Europea se enfrenta a una encrucijada: seguir con la regulación habitual o suavizar la presión. En el horizonte cercano, el 26 de febrero, con el lanzamiento del Pacto Industrial Limpio, la Brújula de Competitividad y el paquete de simplificación ómnibus, la respuesta pasa por una desinflación regulatoria que, en línea con el Informe Draghi, reducirá la intensidad normativa y promoverá la competitividad integrando, esperemos más eficientemente, los grandes objetivos de sostenibilidad. Las compañías tendrán que seguir reforzando la gobernanza de la sostenibilidad en un entorno de mayor incertidumbre.
  • La Directiva CSRD (Corporate Sustainability Reporting Directive) y sus estándares ESRS representan el proyecto más ambicioso de estandarización del reporte a nivel mundial con impactos profundos en la gobernanza y gestión de las organizaciones. A diferencia del reporte financiero, el reporte en sostenibilidad es complejo y carece de una unidad de medida uniforme. En 2025, las primeras organizaciones obligadas a reportar bajo la CSRD enfrentarán cierta inseguridad ante la infinidad de elementos interpretativos. Aquellas con un mayor tiempo de implementación tendrán la oportunidad de hacer benchmarking en torno a los primeros ejercicios basados en los estándares ESRS. Por otro lado, la transposición de la directiva, que resolverá alguno de los limbos jurídicos existentes en la transición entre la ley 11/2018 y la CSRD. Atentos al control de daños en cada proceso de negociación del paquete Omnibus en su cauce legislativo entre Comisión, Parlamento y Consejo.
  • El consumidor es un agente clave en la sostenibilidad, integrando criterios ESG en sus decisiones de compra. Sin embargo, la última oleada del Informe Forética muestra un retroceso en la aplicación de estos criterios debido a la inflación y el escepticismo por el greenwashing. Solo el 23% de los consumidores consideran creíbles los mensajes de sostenibilidad de las marcas. En 2025, será crucial una mayor implicación del consumidor y prácticas de comunicación más claras y demostrables por parte de las empresas. Frente al greenwashing apostamos por la generación de confianza, el greentrusting.
  • Los eventos meteorológicos extremos han puesto de manifiesto la necesidad de invertir en adaptación climática. No es futuro, es presente. El impacto ya está aquí. Los planes de transición deberán avanzar y evolucionar para dar respuesta a un entorno de mayor riesgo físico. La integración de aspectos de naturaleza, el desarrollo de infraestructuras resilientes y los sistemas de alerta temprana requieren de una visión más macro y de cooperación con gobiernos y la cadena de valor.
  • Con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, se anticipa una retórica nacionalista hacia la comunidad internacional. De nuevo EEUU abandona el Acuerdo de París, en el año de la COP30 en Brasil que será muy relevante con los nuevos objetivos climáticos nacionales a presentar y un foco en las crisis gemelas (clima y naturaleza) con la importancia de la Amazonía como trasfondo. Trump apuesta por la producción y exportación de hidrocarburos, lo que genera incertidumbre en la agenda de transición hacia una economía baja en carbono. Sin embargo, las ventajas de la descarbonización, como la electrificación de la economía y la mejora del rendimiento de las energías renovables, seguirán favoreciendo las políticas de transición. En 2025, se espera mucho ruido en torno al clima, pero la transición hacia las cero emisiones netas continuará.

Las tendencias ESG para 2025 presentan desafíos y oportunidades para las empresas. A pesar de la incertidumbre política, la transición hacia una economía baja en carbono seguirá siendo una prioridad. En este contexto, el foco debe estar puesto en el impacto evitando las distracciones de debates terminológicos, la revisión de la solidez de nuestro caso de negocio basado en la sostenibilidad y la colaboración entre sectores, las alianzas y la innovación serán clave para avanzar hacia un futuro sostenible. En Forética afrontamos 2025 con optimismo y con la agenda repleta de hitos con el objetivo de seguir avanzando hacia la transformación sostenible.

En este artículo se habla de:
Opinión

¡Comparte este contenido en redes!

Este sitio utiliza cookies de terceros para medir y mejorar su experiencia.
Tu decides si las aceptas o rechazas:
Más información sobre Cookies