Considerar los espacios acuáticos como motores de innovación y crecimiento para un desarrollo económico sostenible y rentable es el eje de la llamada economía azul o blue economy. Se trata de un concepto que engloba el conjunto de actividades vinculadas a los ámbitos acuáticos que hacen compatible el crecimiento económico y el progreso social con la conservación de los ecosistemas. . Existen muchos sectores impactados por la economía azul incluyendo, entre otros, aquellos dedicados a los recursos vivos marinos, la extracción marina de recursos no vivos, el transporte marítimo, las actividades portuarias, la construcción y reparación naval y el turismo costero.
Los recientes diagnósticos sobre el estado de nuestros mares y de su biodiversidad revelan una reducción significativa de sus capacidades para proveernos de recursos y de otros servicios ecosistémicos vitales como la regulación del clima, la compensación del calentamiento global, la generación de oxígeno, el mantenimiento del paisaje costero, agua marina de calidad, etc. Por esta razón es imprescindible que se extienda el concepto de economía azul entre los sectores que la conforman y entre todos aquellos actores que de forma directa o indirecta de algún modo están relacionados con ella. Es fundamental que, entre todos, trabajemos para reducir lo máximo posible el deterioro de nuestros océanos al tiempo que siguen siendo fuente de riqueza económica.
Un elemento importante para desarrollar las acciones necesarias para afrontar estos retos, es la recopilación de información y datos sobre el océano. La investigación científica en los océanos se convierte en un elemento clave en el desarrollo de la economía azul. Recopilar datos críticos que ayudan a comprender mejor los ecosistemas marinos y sus procesos es esencial para desarrollar políticas de gestión sostenible que protejan la biodiversidad marina mientras se explotan de manera responsable los recursos disponibles.
Este es uno de los objetivos de Mares Circulares, el proyecto de limpieza de costas, fondos marinos y entornos acuáticos, sensibilización de la ciudadanía y desarrollo de la economía circular, impulsado por Coca-Cola Europacific Partners.
Gracias a los datos recogidos en las intervenciones realizadas, se ha convertido en fuente de información y conocimiento para abordar soluciones al problema de los residuos en nuestros mares y océanos basadas en la economía circular. Esta labor de recogida de información queda almacenada en una base de datos cuyo objetivo principal es que pueda ser utilizada para el análisis científico. A partir de ella, se disponen de datos tanto de las ubicaciones donde se realizan limpiezas terrestres con voluntarios (playas y entornos acuáticos) como de los fondos marinos, gracias a la colaboración con barcos pesqueros de 17 puertos en España. Asimismo, recoge el tipo de residuos encontrado, lo que permite valorar acciones que contribuyan a mejorar la situación de estos espacios.
Además de que todos estos datos ofrecen nuevas posibilidades para la investigación, a lo largo de los seis años de vida de Mares Circulares también ha apoyado proyectos científicos e iniciativas emprendedoras que proponen soluciones al problema de la basura marina con enfoque en la economía circular.
A través de los Premios Mares Circulares se han reconocido 16 estudios científicos y ocho start-ups. Entre ellos, investigaciones que proponen utilizar los residuos de las toallitas húmedas recogidos en las playas para transformarlo en carbón activo que se pueda reutilizar; la valorización energética de los microplásticos o la recuperación del plomo de los fondos marinos para su uso en otros ámbitos.
Entre las start-ups premiadas, se encuentran empresas que trabajan en la reutilización de redes de pesca procedentes de residuos marinos en redes de canastas de baloncesto y porterías; la producción de envases biodegradables desechables fabricados a partir de macroalgas recogidas de las orillas de las playas, o el desarrollo de tecnología para reciclar envases multicapa. Otro aspecto relevante de Mares Circulares tiene que ver con la sensibilización y la formación, así como la conservación de la biodiversidad. Aquí destaca la colaboración de MARES Circulares con Fundación Aula del Mar Mediterráneo que ha dado como resultado el Informe “Bosques sumergidos del Mediterráneo”, así como la creación de una zona temática en el museo marítimo-educativo Alborania-Aula del Mar, un acuario de investigación y conservación de la posidonia, un alga amenazada por el cambio climático y otros factores, como la pesca ilegal de arrastre, etc.
Mares Circulares es una iniciativa impulsada por Coca-Cola en España y Portugal, que cuenta con la colaboración de las asociaciones Chelonia y Vertidos Cero, la Fundación Ecomar y Liga para a Protecção da Natureza (LPN), así como la Secretaría General de Pesca del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Arrancó en 2018 y, en términos globales, ha contado con la ayuda de más de 40.000 voluntarios que han formado parte del programa y con la colaboración de más de 1.200 ONG, ayuntamientos y entidades públicas y privadas que han apoyado iniciativas desarrolladas en diferentes municipios. Además, se han realizado actividades de formación y sensibilización a más de 83.000 personas en jornadas de divulgación, y se han desarrollado tres jornadas Científico-Técnicas en Universidades, dos españolas y una portuguesa.
En conclusión, la economía azul emerge como una estrategia esencial para fomentar un desarrollo económico que sea sostenible, inclusivo y respetuoso con los ecosistemas acuáticos. Proyectos como Mares Circulares de Coca-Cola demuestran el potencial de integrar la limpieza de mares y costas con la innovación y la economía circular, transformando problemas ambientales en oportunidades de investigación y emprendimiento. Al priorizar la investigación científica y la colaboración multisectorial, se pueden diseñar soluciones eficaces que mitiguen el impacto ambiental y promuevan la sostenibilidad a largo plazo. Esta aproximación no solo ayuda a preservar la biodiversidad marina, sino que también potencia el crecimiento económico y mejora la calidad de vida de las comunidades costeras.