“Las familias pueden aprovechar la filantropía e inversión de impacto para cultivar el espíritu empresarial de la próxima generación”
Las familias pueden aprovechar la filantropía y la inversión de impacto para cultivar el espíritu empresarial de la próxima generación. La filantropía trata de hacer del mundo un lugar mejor, para lo que el emprendimiento es esencial. Así, involucrar a las generaciones más jóvenes en las acciones filantrópicas y de impacto puede ayudarles a adquirir ciertas habilidades de investigación, gestión, finanzas y trabajo en equipo. Es el caso de una fundación familiar comprometida con la lucha contra la pérdida de la biodiversidad en Europa. Puso a prueba una junta directiva junior destinada a movilizar a los más jóvenes en la actividad de la fundación. Se confió a cada miembro un pequeño capital, con libertad para que pudiera emplearlo como deseara al servicio de la misión de la fundación, con la obligación de presentar un informe a final de año. El resultado son ideas y enfoques innovadores. Ahora la generación más joven ha ganado confianza para asumir riesgos calculados, probar nuevas ideas y tener el coraje de aprender de los fracasos.
En todo caso, hay que tener en cuenta que los empresarios suelen reconocer la influencia de sus padres u otras figuras clave. De hecho, la transmisión cultural en el seno de la familia se produce a partir de la observación de los comportamientos y las historias de vida. Ello facilita claves sobre cómo integrar el trabajo en la vida diaria, gestionar las dificultades, encontrar la energía para vivir de tu pasión. Además, presenciar las actividades de un adulto de confianza es casi igual de útil, aunque no sea un padre, madre o ser querido.
En concreto, la narración de historias resulta ser una poderosa herramienta. Según algunos estudios, cuanto más sabe un niño o niña de su historia familiar, mayor es la sensación de control que tiene sobre su destino y mayor su autoestima. Le facilita desarrollar un fuerte "yo intergeneracional" y un sentido de la pertenencia a un todo que va más allá de él mismo. Las narrativas no lineales son las más útiles, ya que desdramatizan los contratiempos y valoran la resiliencia. Por su parte la forma de comunicarse puede influir en aspectos clave como la creatividad y la motivación para actuar. Según diversos estudios, las voces múltiples y las discusiones abiertas y sustantivas ayudan. Efectivamente el hogar tiene una gran influencia en el estado de ánimo. Además, los valores se transmiten mejor con el ejemplo familiar, ya sea de los negocios, la inversión o las actividades de impacto, todas ellas valiosas oportunidades de aprendizaje para los más jóvenes.
Es el caso de una familia francesa, que ha creado un club de emprendedores para apoyar líderes empresariales en ciernes. Cada miembro puede presentar ideas y beneficiarse del asesoramiento de cerca de 90 empleados de la empresa familiar -abogados, especialistas fiscales y financieros- y de la experiencia de los responsables de distintas marcas. En pocas palabras, hay tradición. En otra familia da la bienvenida a la innovación desde los 16 años. A esa edad cada miembro puede proponer un nuevo producto o concepto a la empresa familiar. Otras familias incluyen una especie de "colchón de seguridad", un "banco o fondo familiar". Se puede utilizar como capital semilla de nuevas empresas o para probar nuevas estrategias de inversión. El objetivo es apoyar el emprendimiento entre los más jóvenes mientras se preservan las inversiones familiares. Para ello es necesario establecer normas, criterios de evaluación y condiciones de financiación. Lo ideal es que la tutoría y el apoyo sean ofrecidos por miembros de la familia o por profesionales.
De manera que las familias pueden crear un entorno que fomente, cultive y fomente el espíritu empresarial mediante la transmisión cultural entre generaciones, una comunicación efectiva y oportunidades para experimentar. Pueden aprovechar la filantropía y la inversión de impacto. Estas influencias permiten a los jóvenes adquirir habilidades, conocimientos y actitudes e influyen para bien o no, en el deseo de emprender.
Christoph Courth, director global de servicios filantrópicos
y Honora Ducatillon, directora de orientación familiar, ambos en Pictet Wealth Management.