Como seguramente recordarás, abordamos el modelo de los diez elementos clave de los sistemas maduros basado en la clasificación de Janine Benyus, ampliado y adecuado al mundo de la gestión corporativa. Siguiendo sus consejos, no miramos a la naturaleza para extraer sus frutos, manipularla, “mejorarla” o transformarla de mil modos distintos, sino para aprender a comportarnos como ella, porque somos parte de la propia naturaleza.
El punto 7 se resume así: no agota los recursos
Por lo general, la naturaleza utiliza la mejor forma para cumplir con sus funciones, en vez de dilapidar materiales y energía. Por ejemplo, las mandíbulas de los cocodrilos pueden morder con velocidad y contundencia, y también son lo suficientemente sensibles como para poder transportar a las crías en la boca.
Las organizaciones biomiméticas pueden imitar a la naturaleza diseñando órganos multifunción, como un equipo responsable de las auditorías internas y de la recogida de sugerencias de mejora; personas responsables de una delegación que sean a la vez responsables del capital humano y de la gestión de proveedores de esa delegación; etc. Para tratar de enriquecer el puesto de trabajo algunas empresas revisan periódicamente los modelos de diseño de los puestos de trabajo para favorecer el enriquecimiento de los empleados y, por ende, su polivalencia [1]. La utilización del espacio también se puede gestionar para que sea multiusos, desde una sala polivalente hasta despachos compartidos…
Con un enfoque ligeramente diferente, también podemos observar que la naturaleza procura que se utilicen recursos valiosos de forma controlada, a fin de que se asegure su supervivencia. Por ejemplo, los búfalos y otros herbívoros acostumbran a migrar anualmente para encontrar nuevos pastos y permitir a la vez la regeneración de los ya consumidos [2].
De forma parecida a los animales en libertad, el hombre practica la trashumancia con el ganado desde hace siglos, puesto que considera que preserva la biodiversidad gracias a que el ganado dispersa semillas y conecta ecosistemas, mitiga el cambio climático fijando carbono en el suelo y previniendo incendios, ofrece un modelo sostenible de producción de alimentos y mantiene viva una cultura tradicional y conocimiento ancestral. [3].
Las organizaciones pueden aprender de estas experiencias de la naturaleza para diseñar recorridos periódicos de las personas a lo largo de la organización; por ejemplo, existen empresas que envían a sus directivos de forma periódica a trabajar en puestos de producción o de atención al cliente para que puedan detectar de primera mano las novedades que se producen en ese subsistema, las necesidades no detectadas hasta el momento, etc., y conseguir así una visión más sistémica de la organización.
Del mismo modo, algunas organizaciones diseñan un sistema de rotación de puestos o movilidad funcional para evitar el desapego y el aburrimiento que pueden generarse realizando siempre las mismas actividades necesarias pero rutinarias [4].
Por otra parte, en la naturaleza ocurre que la llegada de nuevos animales a una zona durante la migración ofrece más posibilidades de enriquecer el ecosistema. Por ejemplo, donde habitan búfalos prosperan los ecosistemas en peligro de extinción, puesto que impulsa a las mariposas, salamandras y reptiles al crear un hábitat tanto para los propios animales como para las plantas que necesitan para sobrevivir [5].
Las empresas que favorecen las “migraciones” bien planificadas están ayudando, como lo hace la naturaleza, a que los distintos subsistemas tengan la oportunidad de aprender e incorporar nuevos procedimientos y favorecer nuevas inquietudes, consiguiendo así mejorar la innovación [6] y la creatividad [7], bases precisas para la mejora de productos y servicios.
Afortunadamente, cada vez tenemos más empresas que se plantean muy en serio no agotar los recursos y aplican diferentes modelos de gestión, como la Economía Circular. Ya que las grandes empresas que la aplican son sobradamente conocidas, te ofrezco el ejemplo de una pyme que me gusta especialmente, Excavaciones De Diego [8].
Y siempre nos queda el recurso de aplicar la Biomímesis Organizacional [9], el modelo de gestión de empresa que emula a y aprende de la Naturaleza ?
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Referencias:
[1] Grant, A. M. (2008). The Significance of Task Significance: Job Performance Effects, Relational Mechanisms, and Boundary Conditions. Journal of Applied Psychology, 93(1), 108–124. https://doi.org/10.1037/0021-9010.93.1.108
[2] Migración en Wikipedia ofrece abundante bibliografía
[3] Trashumancia y naturaleza: Las arterias de la biodiversidad
[4] rrhh-wb.com: Rotación de personal o de puestos de trabajo, plan ejemplo laboral.
[5] National Geographic: Donde habitan los búfalos, prosperan los ecosistemas en peligro de extinción
[6] Murcia Cabra, H. H. (2010). Creatividad e innovación para el desarrollo empresarial / Héctor Horacio Murcia Cabra. (Ediciones de la U. (Ed.).
[7] Saiz Alvarez, J. M., & Mendoza Macías, M. M. (2018). Innovación y creatividad como motores de desarrollo y RSC. El caso de las empresas de Guayaquil (Ecuador). CIRIEC-España, Revista de Economía Pública, Social y Cooperativa, 85, 33. https://doi.org/10.7203/ciriec-e.85.7007
[8] AED, Asociación de empresarias y directivas de Bizkaia: Mireia de Diego, gerente de Excavaciones y obras De Diego.
[9] Olaizola, E., Gil, X. (2021): Biomímesis Organizacional I. Eolas Ediciones, ISBN 978-84-18718-19-9.
Si quieres echar un vistazo a los artículos anteriores de esta serie, aquí los tienes:
Más allá de la Sostenibilidad: Biomimética Organizacional (I)
Más allá de la Sostenibilidad: Biomimética Organizacional (II)
Más allá de la Sostenibilidad: Biomimética Organizacional (III)
Más allá de la Sostenibilidad: Biomimética Organizacional (IV)
Más allá de la Sostenibilidad: Biomimética Organizacional (V)
Más allá de la Sostenibilidad: Biomimética Organizacional (VI)
Más allá de la Sostenibilidad: Biomimética Organizacional (VII)
Más allá de la Sostenibilidad: Biomimética Organizacional (VIII)
