La necesidad de movernos existe desde que el hombre nace. Lo que no imaginamos hace años es que es la movilidad en nuestra sociedad actual, iba a ser la causa en las ciudades de casi el 30% de los Gases Efecto Invernadero que nos ha llevado hasta la Emergencia Climática que estamos padeciendo.
Nuestro modelo de vida en el SXXI, pasa por la ciencia, la innovación, la tecnología, pero también por el sedentarismo y el individualismo y eso hace que nos cueste compartir, disfrutar de nuestro tiempo libre y reconectar con la naturaleza y el mundo físico.
Los grandes problemas medioambientales del planeta pasan por grandes soluciones que, en la mayoría de los casos, son muy lentas de consensuar y difíciles de implementar. Mientras tanto, nuestra vida en las grandes ciudades, se va complicando: tráfico cada vez más complicado, impuntualidades en nuestras reuniones presenciales, una malísima calidad el aire que provoca la muerte de más de siete millones de personas en el mundo, infracciones por acceder sin el permiso correspondiente a las ZBE (Zonas de Bajas Emisiones) que, por cierto… cada vez más ciudades están poniendo en marcha, tras los casos de éxito de las ciudades de 15’ como París, Copenhague , la misma Valencia y algunos más .
Los ciudadanos, pensando que los gobiernos les hacen la vida imposible y los Gobiernos viendo qué soluciones aplican que no sean demasiado impopulares y les resten votos y que al mismo tiempo vayan en sintonía con las regulaciones impuestas por Bruselas, en el caso de Europa.
Y qué fácil sería toda esta ecuación si pusiéramos nuestro pensamiento en positivo y empezáramos a cambiar nuestra forma de actuar, donde las personas, somos lo importante y el centro de todas las acciones e impulsáramos entre todos cambios de conciencia y hábitos de vida saludable que promuevan nuestro bienestar y una mejora en la calidad del aire que respiramos. Si las personas cuidamos del Planeta, él nos permitirá respirar de forma saludable.
Los Gobiernos son responsables de adecuar una infraestructura de servicios públicos aptos para que la ciudadanía pueda dejar sus coches aparcados en casa y además crear islas de mitigación de GEI en zonas públicas a través de tecnología e innovación.
Las empresas también necesitan trabajar activamente en sus planes de transporte al trabajo (PTT) con sus empleados y proveedores, por cierto, algo obligatorio para empresas de más de 500 empleados, desde principios de año.
Facilitar un trasporte limpio, inteligente y saludable que invite a sus diferentes colectivos a integrar en sus vidas un buen paseo al trabajo, una buena ruta ciclista con los niños del camino al cole y usos del transporte público y compartido.
Cuando un día das el paso y ese paso se convierte en tu rutina, es el momento en el que eres consciente de la libertad que te supone dejar el coche en tu casa.
Pero en MURARTE sabemos que estos cambios no se consiguen con un chasquido de dedos. Desde que pusimos en marcha nuestra App Uflou pensada para la movilidad personal, supimos que más allá de desarrollar tecnología propia, debíamos trabajar en la forma de divulgar los beneficios, e implementar programas específicos que estuvieran avalados desde lo alto de las organizaciones y que incluyeran los principios de la sostenibilidad: Green, digitales, colaborativos, inclusivos, medibles y comunicables.
Porque uno sin el otro, no funcionan. Ese es el aporte de valor de Murarte.
Cuando inicias programas donde las personas conocen los resultados de elegir uno u otro medio de transporte, en términos entendibles (tu viaje en bici ha ayudado a mitigar CO2 equivalente a: plántulas sembradas, bolsa de basura orgánica, smartphones cargados….), estás inmerso en un plan de retos y premios , la app te aporta datos de ahorro económico con respecto al carburante que has dejado de comprar y además, te indica algunos ratios de bienestar y cuidado personal, el resultado, suele ser siempre más que positivo.
La ciudad de Bogotá con el cuarto peor tráfico en el mundo, fue elegida por Murarte para pilotar esta iniciativa. En menos de un año, empleados de varias multinacionales y estudiantes de Universidades tanto públicas como privadas mitigaron más de 27 toneladas de CO2, a través de 225.000 kms. en 17.099 viajes origen/destino,
O lo que es lo mismo, el equivalente a la siembra de un nuevo bosque con 27 árboles.
"Los grandes cambios son posibles, pero los pequeños movimientos son necesarios y sin son por convicción, mejor que por obligación."* Este artículo forma parte de la Alianza entre la plataforma Empresas por la Movilidad Sostenible y Diario Responsable. Artículos relacionados:
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