En 2007 la Asamblea General de las Naciones Unidas, proclamó el 20 de febrero de cada año como Día Mundial de la Justicia Social. Al fundamentar esa decisión, las Naciones Unidas han sostenido que "la justicia social es un principio fundamental para la convivencia pacífica y próspera" y que constituye "el núcleo de nuestra misión global para promover el desarrollo y la dignidad humana”. Los temas que institucionalmente interesan a la justicia social son la igualdad social, la igualdad de oportunidades, el Estado de bienestar, la pobreza, la distribución de la renta, los derechos laborales y sindicales, etc. Pero el hecho de exista la justicia social” pone de manifiesto la “injusticia real” que existe en nuestra sociedad.
Lamentablemente vivimos en un mundo totalmente desigualitario, en función del lugar o la familia en la que naces las condiciones de vida son muy diferentes como lo son las condiciones climáticas, históricas y sociales y por lo tanto la igualdad, según mi punto de vista es un factor difícil y no desable a conseguir. Mas bien soy partidaria de la diversidad, pero eso sí con igualdad de oportunidades y equidad en el reparto de recursos. De alguna manera el fin último de una sociedad equilibrada es conseguir el bienestar de la población. Sin embargo, a estas alturas de nuestro tránsito en este planeta tan sobreexplotado y tan mercantilizado, el “bienestar” es un término totalmente subjetivo y manipulado por la tendencia empresarial. El mundo mercantilista en el que nos movemos lleva al ser humano a la alienación y pérdida de sentido y al planeta junto al resto de especies a la destrucción.
A mi modo de ver, avanzar en “justicia social” está ligado al nivel de salud social y de bienestar real generalizado y sólo es posible con la implementación de un nuevo paradigma basado en recuperar el sentido y el valor del ser humano de la mano del planeta respetando todo cuanto se expresa en él, es decir respetando la esencia de la vida. Para este cambio es necesario, insisto, a mi modo de ver, una vuelta hacia el interior de forma individual trabajando sobre el inconsciente para revelarlo y construyendo consciencia individual y colectiva. Me atrevo a apuntar: qué es salud sino Sal+luz?.
Entonces la “justicia social” se implementaría cambiando las directrices que rigen nuestra sociedad basada en fines puramente mercantilistas a fines de respeto, amor, ayuda, colaboración que fomenten la motivación y la creatividad, así como, ya lo he dicho, el Bien Común.