La justicia social, un valor fundamental para conseguir la convivencia pacífica y el progreso de las sociedades, propiciando el reparto equitativo de los bienes y servicios que garanticen a todas las personas ejercer sus derechos y desarrollarse con dignidad.
Precisa normas y leyes que certifiquen su práctica, consiguiendo acabar con la pobreza y la desigualdad, y optimizar el pleno desarrollo de las personas.