En el concepto de justicia social entendemos la igualdad de oportunidades y los derechos humanos, más allá del concepto tradicional de justicia legal, de acuerdo con las definiciones de organismos internacionales. Está basada en la equidad y es imprescindible para que cada persona pueda desarrollar su máximo potencial en un entorno social de paz y seguridad. El propio lema de la Agenda 2030 “no dejar a nadie atrás” supone un objetivo trasversal de integración y equidad, luchando contra las desigualdades sociales y la sobreexplotación de los recursos del planeta.
Actualmente, la ciudadanía española siente una fuerte necesidad de trasformación del sistema socioeconómico y señala entre sus principales prioridades el trabajo digno y prosperidad compartida, aspectos clave para la justicia social. Así se desprende del informe ‘Propósito y reinvención del capitalismo’, elaborado por CANVAS Estrategias Sostenibles, ya que entre las principales preocupaciones sociales destaca el trabajo decente y progreso para la vida digna, estrechamente vinculado con la búsqueda de equidad social.
La pandemia ha incrementado estas preocupaciones ante la creciente pérdida de capacidad adquisitiva y calidad de vida. Le siguen en nivel de prioridad el cuidado de las personas y la lucha contra la pobreza y la desigualdad, todos elementos básicos para un sistema socio económico saludable.
Sin duda, en los próximos años la inversión en mejorar las condiciones en el empleo y el bienestar socioeconómico son las personas son las máximas prioridades, entendiendo que no hay organizaciones que puedan prosperar si las personas no tienen sus necesidades básicas atendidas.