“La Iglesia también dictará un nuevo mandamiento que se le había olvidado a Dios: amarás a la Naturaleza, de la que formas parte". Ojalá pudiera decir que la idea es mía… pero no. Es un verso del poema El Derecho al Delirio de Eduardo Galeano. Este texto contiene toda una lista de deseos que también siento como míos aunque no los haya escrito yo. Por favor, amigos de Diario Responsable, buscad el poema y leedlo, estoy segura de que sentiréis y pensareis lo mismo.
¿Qué significa amar? Por encima de todo, respetar. Tratar a lo que (o a quien) amamos incluso mejor que a nosotros mismos. Nadie, creo, se cubriría de botellas de plástico, ni arrojaría colillas contra su cuerpo, mucho menos encendidas, ni se arrancaría el pelo sin piedad, ni disfrutaría rodeado de todo tipo de desperdicios sólidos, líquidos o gaseosos. Podría seguir citando comportamientos y ejemplos vergonzosos, pero creo que a todos se os ocurre cómo seguir con este odioso inventario. Entonces, ¿por qué tratamos así a la Naturaleza?
En este Especial Medio Ambiente, que hemos preparado entre muchos, más de una treintena de personas (gracias, gracias, gracias), hay reflejadas muchas propuestas para cumplir ese decimotercer mandamiento: despertar la motivación en cada persona para implicarse, entender la relación directa entre la salud humana y la salud del planeta, que las decisiones de compra se tomen por motivos éticos y ecológicos, terminar con la explotación desmedida de los recursos naturales, dar un impulso a la economía circular, pensar en medios de transporte menos contaminantes, alquilar en vez de comprar, si tenemos algo ahorrado para invertir, hacerlo en instrumentos financieros que promueven de forma eficiente la transición sostenible de nuestras economías y el impulso hacia una sociedad más concienciada con sus recursos naturales… O sea, (copiando nuevamente) hacer una revolución silenciosa, escuchar e imitar a la Naturaleza, actuar todos a una y celebrar estos logros todos los días.
Vuelvo a Galeano para terminar con una pregunta que os traslado a todos, ¿seremos capaces de cumplir un mandamiento así de sencillo y deseable?