La movilidad sostenible se ha convertido en un eje central de las políticas urbanas y medioambientales en todo el mundo. Las ciudades, enfrentadas a los desafíos del cambio climático, la contaminación y la congestión, buscan nuevas formas de transporte que reduzcan su impacto ambiental y mejoren la calidad de vida de los ciudadanos. Pero más allá de ser una necesidad ecológica, la movilidad sostenible es también un motor de cambio social y económico.