Trabajando en proyectos de responsabilidad social se tiene la suerte (creo que siempre es suerte) de estar siempre en la ola de las nuevas tendencias sociales. Cuando en un proyecto para una administración pública española se impuso a la concurrencia como elemento a considerar en la redacción de documentos una guía de lenguaje no sexista, no creo que tuviera realmente idea de su alcance.
De hecho parecía un engorro, pero contamos eso sí con la inestimable ayuda de una asociación. Y aún haciendo un cierto esfuerzo en la redacción previa, pasa como con la corrección ortográfica y gramatical de textos: hay más rojo que negro. Y ahí parece que te han cambiado el informe...
Y es que de repente desaparecen los clientes (sic), los proveedores (sic), los trabajadores (sic), los empresarios (sic),...incluso los funcionarios (sic)!! Y es que uno (sic) tiene la sensación que todo va a ser más complicado: los/las clientes/as, los trabajadores y trabajadoras, los/las empresarios/as, las funcionarias y funcionarios... Y eso me pasó, con la percepción incluso de cierta molestia por nuestra parte. Pero poco a poco te das cuenta que hay otra manera de mirar, pensar, utilizar las palabras. Porque es una suerte poder contar con palabras que no nos van a abandonar: la clientela, el aprovisionamiento, el personal o plantilla, el empresariado,... y por supuesto el funcionariado. Y poco a poco fui construyendo mi propio vocabulario no sexista, en lo que acaba siendo una búsqueda divertida y apetitosa, como cuando aprendes a hablar.
Y estas aventuras, nada alocadas, son lo más placenteras para quiénes tenemos la suerte de disfrutar con los pequeños grandes cambios. Con el tiempo te empiezas a dar cuenta como en los medios de comunicación todavía son sexistas en su lenguaje (aún cuando sean mujeres quiénes hablan o escriben), como la publicidad, los comercios, las propias mujeres en general,... Y es que empiezas a disfrutar de la belleza de un lenguaje sensible a las diferencias (e igualdades). Empiezas a disfrutar del aprender a hablar de nuevo.
Y que me disculpen, si se me ha colado algún sexismo, todos los usuarios del blog... digo el usuariado... ¡Ay! que no existe el término... Bueno, estoy seguro que la sensibilidad social bien merece una nueva entrada en nuestro diccionario social, ¿no?
DOCUMENTO RELACIONADO: Guía rápida para un lenguaje no sexista de Blog Responsable, en castellano, catalán y gallego.
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