En este 8M, hay muchas brechas pendientes, pero considero que la más urgente de todas es la que salva vidas y evita violencias, familiares, sexuales, laborales, institucionales... A estas alturas del siglo, que no deje de haber mujeres asesinadas por razón de su sexo es una barbaridad, como lo es que una mujer violada tenga que justificarse, como lo es que se denigre públicamente a quienes denuncian el machismo de sectores que se creen impunes porque son poderosos. Esa brecha, desde luego, hay que zanjarla con protección, legal y jurídica, pero sobre todo insistiendo en la educación, y fundamentalmente en la adolescencia porque los datos indican que se están dando pasos atrás en lo poco que se había avanzado en cuanto a la igualdad de género y lo que significa el feminismo como movimiento que lleva más de un siglo consiguiendo derechos fundamentales para las mujeres.
Dada la involución que se detecta, después de que la manifestación de 2017 fuera histórica en España, es más urgente que nunca poner de manifiesto que no hay que dar ningún logro por inmutable, dadas las fuerzas que están haciendo de la 'ideología feminista', que no es más que la defensa de esa igualdad, un supuesto 'demonio' a combatir. Por desgracia, son mensajes que tienen eco en determinados medios de comunicación y canales que llegan 'sin filtro' a una juventud en riesgo. Mientras en esas edades no se contrarresten estos mensajes, será difícil que la violencia deje de estar presente en la vida de la mitad de la humanidad.