Según datos compartidos por ONU Mujeres en 2023, los efectos del cambio climático podrían suponer que más de 158 millones de mujeres y niñas estén en situación de pobreza en el año 2050. Las mujeres pueden verse especialmente afectadas en un contexto de eventos climáticos adversos, en las zonas rurales o en las regiones con escasos recursos que se hayan visto altamente impactadas, incrementando su vulnerabilidad en terrenos como el económico, social, cultural o educativo. Los riesgos medioambientales pueden exacerbar las distintas brechas de género, y ante esta realidad es necesario que las instituciones sigan desarrollando iniciativas de adaptación y mitigación que no solamente contemplen las necesidades de las mujeres y las niñas en entornos frágiles, si no que además fomenten su participación activa, en la implementación de soluciones que ayuden a mitigar los impactos del cambio climático en sus comunidades.