Mi ODS favorito es el ODS 12 producción y consumo responsable, porque tiene un impacto global al contribuir al resto de ODS y porque nos hace partícipe a todos del cambio y de su consecución. Las empresas son protagonistas al tener que cambiar la forma de proveerse, de producir y no menos importante, la forma en la que ponen su producto o servicio en el mercado, pero también hace protagonistas a los ciudadanos al hacernos pensar sobre la forma de consumir y sus impactos. Es un ODS con el que a través de un nuevo modelo de producción y consumo responsable, y la implicación hacia toda la cadena de valor, todos podemos generar impacto ambiental, económico y social positivo.
Los ODS han sido un punto clave para que todos los países y todas las organizaciones hablemos en un lenguaje común y podamos entender de forma fácil cómo cada uno contribuye a la consecución de estos objetivos y ayuda a que otros también contribuyan.
Objetivos que se han considerado claves para garantizar el desarrollo sostenible a nivel mundial, pero con capacidad de actuación a nivel local incluso individual.
Como todo objetivo, el primer paso ha sido definirlo e identificar indicadores asociados a los mismos que nos permitan medir su evolución. Sin embargo, muchos de estos indicadores hoy en día siguen sin implementarse o no están disponibles.
Esto, junto con la situación de incertidumbre e inestabilidad económica, política y social que se está viviendo en general, la desinformación sobre qué son los ODS y su finalidad, sumando a la polarización de la sociedad en base a distintos temas, uno de ellos la Sostenibilidad, en parte impulsado por organizaciones y grupos de presión que se verían perjudicados ante la normalización de los ODS como base para la evaluación y valoración de las organizaciones, está poniendo en riesgo su consecución.
En un momento de incertidumbre, es difícil saber si llegaremos a alcanzar los ODS en tiempo. Lo que sí podemos es comprometernos con ellos y trabajar para garantizar que sean conocidos por toda la sociedad, que sean medibles a todos los niveles y que sean vinculantes.