Muchas veces he oído frases como: “pero yo ya doy mi tiempo y ahora vienes a cobrarme por la formación, incluso parece un trabajo.” Yo diría que no solo se ve, sino que es realmente un "trabajo", con la diferencia de que no recibe un salario ni ningún otro beneficio por ello, tiene un horario, tiene compromiso, tiene responsabilidad, debe tener un "contrato" y además formación.
Es importante recordar que el nombre es trabajo voluntario y para cualquier trabajo es necesario estar capacitado, tener conocimiento de su actividad, conocer los riesgos, conocer los beneficios, entender el resultado, conocer al público. Algunas razones por las que la formación en el voluntariado es crucial son:
- Mejora de habilidades: La formación brinda a los voluntarios la oportunidad de adquirir y desarrollar habilidades específicas relacionadas con el ámbito en el que desean colaborar. Esto les permite desempeñarse de manera más eficiente y alcanzar los objetivos establecidos por la organización en la que se involucran.
- Conocimiento del contexto: La formación proporciona a los voluntarios información relevante sobre la comunidad, la problemática que se aborda y las necesidades de las personas a las que se ayuda. Esto les permite comprender mejor el contexto en el que operan y tomar decisiones informadas sobre cómo pueden contribuir de la manera más efectiva.
- Sensibilización y empatía: La formación en el voluntariado ayuda a sensibilizar a los voluntarios sobre los problemas sociales y las realidades a las que se enfrentan las personas menos privilegiadas. Al aprender sobre las circunstancias difíciles que atraviesan otras personas, los voluntarios desarrollan una mayor empatía y comprensión, lo que les permite ofrecer un apoyo más adecuado y empoderador.
- Seguridad y bienestar: Algunas formas de voluntariado pueden requerir el manejo de situaciones difíciles o delicadas. La formación en este ámbito ayuda a los voluntarios a adquirir habilidades de seguridad y autoprotección, así como a desarrollar una comprensión de los límites personales y emocionales. Esto garantiza su bienestar y los prepara para manejar situaciones desafiantes de manera segura.
- Calidad y eficacia: La formación en el voluntariado contribuye a la calidad y eficacia de los servicios prestados. Los voluntarios debidamente capacitados son capaces de ofrecer un apoyo de calidad, utilizar mejores prácticas y maximizar su impacto positivo en la comunidad. Esto ayuda a generar confianza en las personas beneficiarias y en la sociedad en general.
- Desarrollo personal: La formación en el voluntariado ofrece a los voluntarios oportunidades de crecimiento personal y desarrollo de habilidades transferibles. Aprenden a trabajar en equipo, a comunicarse eficazmente, a resolver problemas y a liderar en situaciones desafiantes. Estas habilidades también pueden ser valiosas en su vida personal y profesional.
Para que una organización pueda formar a sus voluntarios, es necesario que su equipo esté formado, para transmitir los conocimientos jurídicos, para saber qué buscan los voluntarios, buscar que este grupo piense en equipo, conocer la organización, saber la actividad que van a desarrollar. Por eso es tan importante que las organizaciones también estén facultadas para poder empoderar a sus equipos. El voluntariado es una maravilla, pero de buenas intenciones el mundo está lleno, necesitamos hacer el bien, bien hecho para que la transformación sea efectiva, duradera y sostenible.