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El voluntariado es una actividad muy valorada en todo el mundo, más aún en un contexto como el actual, marcado por múltiples crisis. Esta actividad permite a las personas ayudar a su comunidad y contribuir a causas importantes. Sin embargo, en algunos casos, el voluntariado puede ser mal utilizado y convertirse en una práctica que daña a las personas que se supone que se están ayudando. Muchas veces, proyectos con gran potencial, pero mal gestionados, acaban generando un impacto negativo. El voluntariado no es solo la alegría que se ve en las fotos divertidas de diferentes grupos. El voluntariado todavía adolece de una mirada más profesional, más técnica, por lo que su efecto podría ser mejor y más duradero. Es preciso hacer un cambio de paradigma para que realmente sea usado como la herramienta transformadora que realmente es.
Cambiando la mirada sobre el voluntariado

Uno de los problemas más frrecuentes en relación al voluntariado es que, a menudo, se utiliza como una forma de obtener experiencia laboral o mejorar un currículum vitae. Esto puede llevar a que las personas se inscriban para actividades que no son adecuadas para ellas o que no están realmente interesadas en el trabajo en sí mismo, sino en cómo se verá en su currículum.

Otro problema es que algunas organizaciones utilizan el voluntariado como una forma de reducir costos laborales y explotar a las personas que trabajan sin salario. En estos casos, las organizaciones pueden tratar a los voluntarios como empleados y exigirles que trabajen largas horas o realicen tareas que deberían ser realizadas por empleados remunerados. Además, algunos voluntarios pueden tener actitudes paternalistas hacia las personas a las que supuestamente ayudan, lo que puede llevar a que se sientan inferiores o dependientes de los voluntarios. Esto puede ser especialmente problemático en contextos interculturales, donde los voluntarios pueden tener prejuicios y estereotipos sobre las personas a las que ayudan.

Por outro lado, outra situación problemática en torno a esta actividad es que algunas personas utilizan el voluntariado como una forma de hacer turismo y experimentar nuevas culturas. Si bien el voluntariado puede ser una excelente forma de aprender sobre otras culturas y modos de vida, es importante recordar que el objetivo principal debe ser ayudar a la comunidad y no satisfacer las necesidades de los voluntarios.

Algunas reflexiones clave en relación al compromisso necessário en esta actividad son:

  • El trabajo voluntario no es cuando puedo, es cuando me comprometo.
  • El trabajo voluntario no es donar lo que queda, es donar tiempo de calidad.
  • El trabajo voluntario no es donar dinero, es donar tu tiempo y conocimiento.
  • El trabajo voluntario no es solo servir al otro, sino que ante todo es satisfacer mis necesidades básicas de afecto, dar, afecto, atención.
  • El trabajo voluntario no debe hacerse de todos modos, debe hacerse de la mejor manera, porque probablemente aquellos que lo están recibiendo ya han sido sacudidos por la vida en algún momento.

Sin dudas, el trabajo voluntario es todo esto y más, por lo que debe ser bien administrado, bien evaluado, bien hecho. Entonces me pregunto, ¿Qué tal si todos cambiamos nuestra mirada sobre este trabajo? No está hecho por héroes, esta hecho por personas (y algunos animales), no es para unos pocos, es para todos, no es para los ricos, es para cualquier persona independientemente de su clase social, no es solo dar, es recibir mucho más de lo que es capaz de dar.

Recordamos que somos una sociedad que donamos, pero aún esperamos algo a cambio y el voluntariado nos da esta oportunidad, de formar parte de un verdadero intercambio, donde donamos nuestro tiempo, nuestro talento, nuestro conocimiento, y recibimos a cambio, el afecto, el conocimiento también, experiencias únicas, nuevas amistades y una lista de otras ganancias que solo el trabajo voluntario nos proporciona.

Así que practiquemos y reforcemos la importancia del trabajo voluntario (serio y comprometido) en la construcción de un mundo mejor.

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