Estoy segura de que hay épocas en las que uno o una, tiene mayor tendencia a mirar más hacia atrás que hacia adelante. Estoy pasando ahora por esa época quizás porque lo que hasta ahora veo que hay delante me lleva de la sorpresa, a la incredulidad, y la inquietud pasando por una profunda decepción y de ahí a un auténtico miedo.
Así que, como refleja el título de este artículo, hay que ir hacia adelante solo que sin soltar o llevando consigo, el bagaje de lo de atrás, cosa que solo podemos hacer los seniors, pues la veteranía es un grado.
Opto por mirar también y mucho hacia atrás, si bien, ni me pongo de perfil ni miro a los lados para no perder nunca la orientación recta hacia adelante o hacia atrás.
Hace un tiempo leí en prensa un artículo titulado “Que asco ser mujer”, escrito por la periodista Maite Rico, y aun estando de acuerdo con el contenido de este, no así con el título, que pienso que ser mujer es un lujo. Igual sorprende mi afirmación, por ello voy a comentar algunos aspectos.
Para poderlo hacer breve y concreto, me centraré en algunas influencias positivas, aunque también frustraciones y fracasos que sin embargo me reafirman en esta percepción, porque tras una caída, saber levantarse y seguir, constituye un auténtico lujo. Nos facilita desarrollar la resiliencia, lo que nos hace más fuertes para seguir adelante.
1.- Lo positivo:
La familia, en mi caso muy amplia, padres, hermanos, cuñadas, sobrinos algunos de ellos con sus novios y novias y algunos primos.
Los amigos, algunos que pueden estar en Facebook, aunque no los hice en esa red, y por suerte tengo muchos y desde hace muchos años.
Los profesores, muchos de excelencia, más de uno clave, incluso hasta hoy mismo, han influido en mi trayectoria, en el instituto, en la facultad, en mi primer máster e incluso ahora mismo en la dirección de mi tesis doctoral ya en la recta final o eso espero.
El trabajo, antes de los 18 años, y hasta hoy mismo creo que lo escogí bien y con el que sigo disfrutando como el primer día.
Los socios, mejor pocos buenos, duraderos, sabios, generosos, leales, respetuosos y coherentes.
La profesión, donde lo mejor es la satisfacción desde el reconocimiento de terceros.
Los clientes de antes mejores y más implicados que los de ahora, al estar condicionados por las nuevas circunstancias del entorno.
Los intereses, las aficiones, y es que el trabajo de la mente te lleva a optar fuera de él, por lo manual.
Y todo ello siendo mujer, que se ha levantado más de una vez de sus caídas, sin guardar rencor a (casi) nadie pues tras la caída no hay más que levantarse y es entonces cuando sacas lo mejor de ti misma, compartiendo con los más próximos una cultura del esfuerzo.
2.-Donde queda pues finalmente en mi caso lo negativo o lo no tan positivo
Volumen de trabajo, cuando miro atrás y veo mis armarios hoy por suerte una parte digitalizados, (solo una parte) me espanto de lo que yo misma he sido capaz de llevar a cabo y no doy crédito. Y es que he “currado” mucho y al mirar siempre hacia adelante he dejado muchas cosas atrás que debería de haber recuperado.
Pareja, la broma ante este tema es recurrente y ya me he acostumbrado a saber que “al parecer” soy “un poco insoportable”.
Hijos, consecuente con lo anterior, ya que lo de madre soltera nunca me tentó, sin embargo, a cambio tengo 12 criaturas encantadoras entre sobrinos e hijos de estos y ninguno vive en mi casa por supuesto, aunque vienen a ver a la “tieta” cada dos por tres.
Amistades, corro ahí un estúpido velo, el de la decepción que todas y todos hemos sufrido con amigos que no lo eran.
Hoy, el futuro es inmediato y se trasluce en una expectativa “lo quiero todo y lo quiero al momento”, expectativa que sin embargo pocos alcanzan desde por ejemplo la dura economía, con sus trabajos precarios para jóvenes y no tan jóvenes, que algunos tienen que posponer sus objetivos e incluso conseguir independizarse. Ahora la vida está siendo bastante más dura que la nuestra, que salimos de casa alrededor de los 20-25 años.
Nuestra vida se sigue construyendo como un puzzle, donde siempre falta alguna pieza -mejor que sean las del cielo-, que las hay en todos los puzles. Mi preferido es el de Tintín y sus amigos yendo hacia el cohete que los llevará la luna, (espero que se pueda poner su foto).
En el día Internacional de la Mujer, celebrado el apsado 8 de marzo,no he querido pues replicar las reivindicaciones habituales, eso lo dejo a mis brillantes colegas que como de costumbre innovarán y a su vez sabrán poner el dedo en la llaga coincidiendo además conmigo en que: