Además, la brecha de género en España se ha visto empeorada tras la pandemia, la cual ha incrementado hasta 2058 el período que se necesitaría para alcanzar la paridad plena entre mujeres y hombres según el II Índice ClosinGap, elaborado por PwC España. Una cifra que demuestra una evolución negativa en la igualdad en comparación con los datos registrados en 2021, que indicaban que en nuestro país las brechas de género se cerrarían en el 2055.
Este es sin duda un tema central para Naciones Unidas, motivo por el cual establecieron el Objetivo 5 de sus ODS, que busca “lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y las niñas”. Y es que la igualdad entre hombres y mujeres es imprescindible para el desarrollo económico del mundo y para la sostenibilidad. Es imposible avanzar como sociedad si no empezamos a buscar soluciones que garanticen la igualdad de oportunidades.
Indudablemente, la educación es una de las herramientas más poderosas para equilibrar las desigualdades. Por ello, debemos ser capaces de romper el techo de cristal y fomentar las vocaciones STEM (science, technology, engineering y mathematics) en las nuevas generaciones de niñas y jóvenes, ya que estas juegan un papel clave en el desarrollo de las sociedades presentes y futuras.
En este aspecto, los datos siguen siendo desalentadores. Según un estudio de CrowdStrike, en cursos de informática, las mujeres solamente representan el 13% de los estudiantes universitarios. Por otro lado, de las mujeres con 16 a 18 años, solo el 25% considera una carrera en ingeniería en comparación con el 52% de los chicos, a nivel mundial.
Para igualar ese porcentaje resulta crucial que se generen modelos a seguir, que se hagan visibles a las mujeres en STEM o en la industria y sus contribuciones. En la nueva economía faltan referentes que empoderen a las niñas y jóvenes, capaces de romper los estereotipos de género, todavía firmemente arraigados, y que les hagan ver el universo de infinitas posibilidades que pueden explorar en estos sectores.
Por otro lado, las empresas deben empezar a garantizar, de forma real, la igualdad en sus equipos. Y es que, pese a que gran parte de las empresas están obligadas por Ley a realizar un Plan de Igualdad que incluya una serie de medidas para reducir las desigualdades que se puedan producir entre los trabajadores de su plantilla, más de la mitad todavía no cuentan con una buena hoja de ruta. En 2022, The Adecco Group Institute anunció que subieron hasta el 52% las empresas en las que no existe un Plan que garantice la igualdad en materia de promoción profesional, mientras que solo un 11% prevé medidas de "discriminación positiva".
Este hecho no solo supone una injusticia para los millones de mujeres trabajadoras en España, sino que también es un grave error para las propias empresas. Y es que existen muchos estudios que avalan que las organizaciones más igualitarias no solo son más justas, sino que también son más eficientes.
Para aportar nuestro granito de arena en la aceleración de la visibilidad de la mujer en sectores clave de la economía, desde el Consorci de la Zona Franca de Barcelona (CZFB), entidad que promueve la dinamización económica, los días 9 y 10 de marzo celebraremos la tercera edición del BWAW (Barcelona Woman Acceleration Week), un evento híbrido en el que se analizarán los retos y oportunidades, y que contará con speakers de primer nivel que nos explicarán algunos casos de éxito de mujeres que constituyen un referente en ámbitos como la banca, la logística o la ciencia.
