Las grandes empresas españolas, no solo las del IBEX 35, ya contaban con un desempeño de 10 o 15 años en materia de reporte de sostenibilidad antes de la entrada en vigor de la Ley 11/2018, de 28 de diciembre, en materia de información no financiera y diversidad. Pero esta norma ha impulsado una mejora en la calidad de la información reportada de acuerdo con criterios ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza), y también ha obligado a compañías que no hacían un ejercicio de transparencia a empezar a realizarlo, elevando la sostenibilidad a los consejos de administración.
En el caso de las medianas empresas con más de 250 empleados, seguramente algunas también contaban ya con estrategias de RSE o Sostenibilidad y elaboraban memorias, pero otras han tenido que activarse para elevar la información no financiera al nivel de las cuentas anuales. Y preparar el EINF partiendo desde cero no es precisamente sencillo, aunque afortunadamente, hoy día existen herramientas tecnológicas que facilitan la gestión del reporte de sostenibilidad a las organizaciones, aportando un gran alivio al trabajo de los responsables de RSE.
Desde APlanet, además de aportar la tecnología hemos querido contribuir con estos profesionales con la elaboración de nuestra ‘Guía práctica para la elaboración del Estado de Información No Financiera 2021’, pensando sobre todo en aquellas empresas que este año se van a encontrar con el desafío de elaborar su primer EINF. Y lo primero que deben comprender son los motivos por los cuales es necesario presentar este informe, para qué sirve.
Desde el punto de vista normativo, se trata de crear un conjunto de normas que, con el tiempo, igualen el peso de la información sobre sostenibilidad a la información financiera. En lo que respecta a la transparencia, el fin es garantizar que las empresas comuniquen la información fiable y comparable sobre la sostenibilidad que demandan los inversores y otros grupos de interés.
De hecho, aunque se trate de un imperativo legal, lo ideal sería que las empresas no lo viesen como una obligación, sino como una oportunidad para generar nuevas oportunidades de negocio, siendo transparentes con su gestión, además de identificar riesgos ESG en la cadena de valor y en el ámbito de las comunidades donde la empresa actúa.
Información consolidada
La información del EINF debe de ser precisa, comparable y verificable, y detallar los diferentes compromisos e impactos medioambientales, sociales, de gestión de personas, respeto de los derechos humanos, lucha contra la corrupción y el soborno, y los compromisos de la empresa con el desarrollo sostenible.
Si es la primera vez que la empresa acomete el proceso de elaborar este documento, es importante tener en cuenta que debe contener estos cinco apartados:
Recomendaciones
En lo que respecta al procedimiento para desarrollar el contenido, nuestra guía recoge ocho recomendaciones fundamentales:
La integración de la sostenibilidad en el negocio es el pasaporte para que las organizaciones sean a su vez sostenibles en el tiempo. Animamos a las empresas que se estrenan este año con el EINF a valorarlo como una oportunidad que, además, validará su compromiso con la transparencia y con el planeta.