El mundo se enfrenta al desafío de recuperar los empleos perdidos, adaptar las lógicas productivas a las nuevas reglas del mercado y combatir un serio problema que están enfrentando casi todos los países: la inflación. 5% anual en mayo, la cifra más alta en 13 años, son los números de Estados Unidos. Mientras en España existe preocupación. El INE informó un 2,6% y se proyecta un brusco aumento en el segundo semestre.
En países emergentes como Nigeria, este fenómeno ha traído como consecuencia el aumento de hasta un 22% en el precio de los alimentos. El aumento explosivo de la demanda y el andar lento de la producción son los ingredientes perfectos para que la inflación siga creciendo en el mundo.
Frente a este panorama, la lucha contra la pobreza se suma al mayor desafío económico del último tiempo. 119 millones de personas han bajado drásticamente sus ingresos en el planeta. Según la ONU, la tasa de pobreza aumento de un 8,4% el 2019 a un 9,5 el pasado 2020.
Son días difíciles, pero con esperanza en que pensemos de una manera diferente. Lo que hace algunos años pudo ser una utopía, hoy comienza poco a poco a ser una realidad. Muhammad Yunus es el economista y emprendedor social que cambió para siempre la lógica monetaria, con su concepto del “Banco de los Pobres”. Condecorado con el Premio Nobel de la Paz, ha sido un destacado promotor de un movimiento transformador: La Economía del Bien Común.
El movimiento mundial, del mismo nombre, busca posicionar la sostenibilidad y la cooperación como pilares fundamentales por sobre el concepto de la utilidad o competencia. En el contexto del COVID 19, este movimiento ha buscado establecer en el mundo prioridades que puedan encausar las políticas económicas de las naciones.
Dentro de los ejes de este movimiento se propone: fomentar fuertemente la inversión pública, introducción del salario básico por sobre la línea de la pobreza y un fuerte apoyo a las empresas que tengan una fuerte política de cuidado al medioambiente y promoción de la cohesión social.
Volver a la nueva normalidad, no solo para salir a las calles sin mascarillas y librarnos del virus. La consigna ahora es reconstruir un modelo de desarrollo que mire al 2030 como una urgencia en materia de Desarrollo Sostenible.
La Asociación Federal española para el Fomento de la EBC es solo uno de los tantos ejemplos de instituciones que han aprendido la gran lección que nos ha dado el COVID19. Hoy no se trata de oferta y demanda. Lo que está en juego es mucho mayor que eso.
