Publicado el
Las organizaciones no gubernamentales no son empresas convencionales. Son diferentes tanto por sus necesidades como por los retos a los que se enfrentan. La mayoría de las veces las fundan y dirigen líderes con una pasión que se convierte en la misión fundamental de la organización, la voluntad de marcar la diferencia y tener impacto. Pero la pasión por sí sola no puede sostenerlas. Al final, las ONG tienen que pensar en su funcionamiento y en su desempeño. Aunque no están destinadas a ser rentables, necesitan fondos para servir a las causas que defienden. Y las pérdidas pueden tener consecuencias graves. Entre sus horarios imprevisibles y un presupuesto igualmente voluble, planificar el éxito puede ser una tarea muy complicada.

Como cualquier otra empresa, las ONG dependen de personas capacitadas para realizar sus funciones esenciales, desde la sensibilización y la recaudación de fondos hasta la adopción de medidas ante cada situación.  Pero, a diferencia de otras empresas, también dependen en gran medida de la generosidad de los benefactores que invierten en ellas sin poder ofrecer ningún retorno de la inversión. Por ello, a menudo se recurre a los voluntarios como un recurso inestimable para ayudar a dirigir el proyecto.

Las ONG siempre necesitan una mano amiga

Dado que las ONG trabajan constantemente para satisfacer las necesidades apremiantes de la sociedad, cada causa es sensible al tiempo y cada proyecto es prioritario. Por desgracia, rara vez disponen de recursos para trabajar simultáneamente en diferentes disciplinas y proyectos y esto solo conduce a una cosa: oportunidades perdidas y crecimiento desigual.

Aunque el problema es bastante fácil de identificar, encontrar una solución resulta ser muy complicado. La contratación de empleados a largo plazo o contratados para cada proyecto conlleva poca flexibilidad y una factura elevada. A medida que se escala y se empieza a trabajar en diferentes causas y actividades, las personas que se contratan inicialmente pueden no tener las habilidades necesarias para hacer frente a las demandas cambiantes. Y todo esto, en un sector en el que los fondos ya son escasos, lo que podría causar más perjuicios que beneficios.

Además de estos retos, la crisis de COVID-19 ha dejado atrás el trabajo convencional en las instalaciones y a los equipos dispersos, desincronizados e ineficientes. Puede que ahora el trabajo a distancia sea a menudo la norma, pero los equipos que trabajan en remoto se adaptan a este cambio con la rapidez que les permiten sus recursos. Y ahora mismo, con la crisis en aumento y las arcas públicas vacías, las ONG tienen más trabajo que nunca.

Para cumplir sus misiones con eficacia, las organizaciones no gubernamentales necesitan trabajar con la mayor eficiencia posible. Por suerte, los empleados de larga duración o contratados no son la única solución.

Cuando los fondos son insuficientes para contratar a una plantilla completa, los trabajadores autónomos cualificados que ofrecen un trabajo de calidad pueden contribuir a mejorar el rendimiento. Desde la ejecución de campañas hasta la creación de estrategias y mucho más, la subcontratación de todo lo que no sea el trabajo principal liberará al equipo interno para que se centre en lo más importante con menos cargas.

Algunas de las actividades y procesos secundarios que pueden subcontratar a profesionales independientes son la estrategia y la planificación de marketing, la gestión de riesgos, las actividades relacionadas con las tecnologías de la información (como la gestión de software, la creación de sitios web y el establecimiento de líneas de comunicación), la gestión financiera y la contabilidad, la gestión de recursos humanos, las campañas de concienciación para proyectos específicos, etc.

La externalización ofrece varias ventajas

Reducción de los costes operativos: La mayor ventaja de subcontratar el trabajo a autónomos es la reducción de los costes operativos. A cada contratación, hay que repercutir el coste del soporte informático, los equipos, la formación, las prestaciones, las deducciones fiscales y otros gastos generales. Por todo esto, los costes de contratación de un solo empleado adicional pueden ser demasiado elevados para una ONG media en España.

Si externaliza sus necesidades, la organización pagará solo por el trabajo que necesita realizar y nada más.

Mayor flexibilidad: A medida que se trabaja en diversas causas y actividades, es probable que las necesidades de la ONG cambien. Los tipos de contenido que necesita para recaudar fondos, las actividades que realiza para servir a su causa y las campañas que lleva a cabo para dar a conocer sus actividades pueden cambiar en función del proyecto en el que esté trabajando. Los expertos que trabajan en uno pueden no tener las habilidades adecuadas para trabajar en otro. La subcontratación de sus necesidades le permitirá contar con diferentes freelance para diferentes causas, y tendrá la flexibilidad que necesita para servir a cada una de ellas con mayor eficacia sin que los compromisos a largo plazo penalicen los proyectos futuros.

Mayor concentración en las actividades principales: Otro beneficio importante es el enfoque y la dedicación entre los empleados fijos para los que la externalización puede despejar el camino. Funciones como la planificación de actividades benéficas, la creación de planes eficaces para alcanzar los objetivos, la preparación de presupuestos o la solicitud de subvenciones, pueden realizarse de forma más eficiente con el presupuesto y la mano de obra estrictamente necesaria que la externalización permite.

Para que el proceso de externalización sea fluido y sin fricciones, es importante contar con una plataforma como Fiverr Business, que permite realizar todas las funciones de subcontratación en un solo lugar, haciendo que el proceso sea más rápido y eficiente. A través de la plataforma, se puede reunir un equipo cualificado de freelance disponibles permanentemente para atender las necesidades de la organización. Se pueden encontrar personas con las habilidades y la experiencia empresarial adecuadas para que encajen perfectamente en el equipo fijo de la ONG.

Se trata de una réplica digital de la estructura organizativa de los equipos físicos. El espacio de trabajo en la plataforma permite el trabajo en equipo, la lluvia de ideas y la comunicación, todo en el mismo lugar.

¡Comparte este contenido en redes!

300x300 diario responsable
 
CURSO: Experto en Responsabilidad Social Corporativa y Gestión Sostenible
 
Advertisement
Este sitio utiliza cookies de terceros para medir y mejorar su experiencia.
Tu decides si las aceptas o rechazas:
Más información sobre Cookies