El día 20 de febrero ha sido elegido por Naciones Unidas como el día Internacional de la Justicia Social.
Para mí, la justicia social está ligada a la Agenda 2030 y a los Objetivos de Desarrollo Sostenible(ODS). Objetivo 1: Fin de la Pobreza, ODS 2: Hambre Cero, ODS 3: Salud y Bienestar, ODS 4: Educación de Calidad, ODS 5: Igualdad de Género, ODS 8: Trabajo Decente, ODS 10: Reducción de las Desigualdades, ODS 13: Acción por el Clima , ODS 16: Paz, Justicia e Instituciones Sólidas, etc.
En los momentos que estamos viviendo la justicia social es más necesaria que nunca, dado que vivimos en un mundo globalizado que está provocando grandes desigualdades. Estamos hablando de un valor que tendríamos que tener cada uno de nosotros y que tendría que estar en el ADN de las organizaciones. Solo así minimizaremos las desigualdades y se hará una distribución justa y equitativa, siempre siguiendo las leyes y las normas. Pero aún falta mucho por hacer.
El derecho a una sanidad universal es una realidad en nuestro país, pero hay inequidades en los programas de screening, en los diagnósticos y en los tratamientos. A menudo depende de la comunidad donde vivas, incluso dentro de la misma comunidad se dan inequidades diversas.
Es importante crear mecanismos para garantizar que las personas enfermas tengan las mismas oportunidades y puedan participar en las decisiones que se tomen acerca de su tratamiento y sus cuidados. También es necesario contar con una educación más inclusiva.
Justicia social también es tener en cuenta la perspectiva de género a la hora de diagnosticar o tratar a una persona enferma, puesto que sabemos que las enfermedades no cursan igual en hombres y mujeres, y calidad de vida de los/las pacientes dependen en gran medida de los condicionantes de la salud como: el lugar donde vive, la vivienda, la alimentación etc.
Por todo ello las organizaciones deben comprometerse con la sociedad para conseguir equidad, igualdad y justicia social.