Aporta una perspectiva y un equilibrio muy necesario en los equipos de dirección, donde se toman las grandes decisiones de las compañías.
Desafortunadamente, todavía tiene muchas barreras que superar, como la dificultad para conciliar la vida personal con la profesional, porque siguen siendo vistas (por los demás y por ellas mismas) como las principales responsables del cuidado de familiares y del hogar. Por otro lado, las mujeres tienen menos visibilidad, tienen que trabajar aún más las relaciones personales en el ámbito profesional, fundamentales para posicionarse dentro y fuera de la empresa.
No hay dudas de que los equipos diversos están mejor preparados para el análisis y toma de decisiones.