Sin embargo, éstas suelen partir de empresas privadas que quieren invertir en salud de sus trabajadores o clientes. Lo que no es tan frecuente es que los hospitales inviertan en planes de responsabilidad social corporativa, ya que se considera que lo que ellos hacen ya es socialmente responsable por el sector en el que se encuentran. ¿No es esto un error? Toda empresa, pública o privada, se beneficia de un buen plan de responsabilidad social corporativa y no solo de un plan de comunicación institucional, y esto incluye los hospitales.
El compromiso de los hospitales con la RSC debe iniciar con una buen plan de comunicación interno que haga que todos los trabajadores y trabajadoras que dependan de su área sanitaria conozcan la misión, visión y valores del mismo.
Esto no debe quedarse en una simple nota interna, si no que se ha de trabajar con todos los servicios y departamentos alcanzando el compromiso de todos ellos. Además, los hospitales no pueden quedarse sólo en el diseño de una estrategia, si no que deben implementarla, ver cómo funciona y por supuesto, evaluarla para poder mejorar de cara a futuras acciones. Los hospitales y centros de salud han de evolucionar para pasar de ser un centro donde recibir cuidados, a un centro de interacción entre profesionales sanitarios y pacientes. En un mundo donde la información de buena o mala calidad está al alcance de la mano de cualquier paciente, son muchos los hospitales que deberían invertir más en el empoderamiento del paciente a través de las escuelas de pacientes y acciones de divulgación científica en su comunidad.
En definitiva, hay mucho trabajo por hacer, tanto con la propia institución como con el personal y sus principales clientes: los pacientes.