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La ética está por encima del derecho. Esto lo dijo algunos años atrás un señor llamado Seneca, y aquí mi primer controversia para avanzar en temas de la Responsabilidad Social

En algunas oportunidades, preguntaba qué requisitos debía cumplir una empresa para iniciar sus acciones en Responsabilidad Social.

Me preguntaba cómo podemos distraer tiempo, esfuerzo y dinero en acciones altruistas, cuando aún no cumplimos todo lo que las leyes indican.  Las empresas chicas estamos siempre con algunas faltas. Sobre todo en nuestros comienzos, nos ayudamos con prácticas como no facturar la totalidad de lo vendido, evadir tasas e impuestos, tenemos algún empleado sin registrar o solo lo registramos media jornada, no contamos con todo el software legal en nuestros equipos, nos falta siempre algo para tener los requerimientos de la habilitación municipal, los matafuegos vencidos , no respetamos el calendario de fumigación, nos falta algún carnet sanitario, se venció alguna licencia de conductor o circulamos sin la revisión técnica vehicular y no reparamos en ello…. En fin… siempre nos falta algo para estar en plena comunión con la ley. Empresas grandes en general están mejor plantadas en cuestiones laborales, aunque en el afán de protegerse, exigen a sus empresas contratistas estar en la ley mientras continúan imponiendo los precios a sus contratistas que hacen magia para llegar aparentemente con todos los requisitos al precio solicitado, siendo en definitiva igual de responsables. Incluso por otro lado las empresas grandes en general están bajo la ley en algunas cuestiones municipales, leyes locales, o leyes ambientales donde hay tanta variedad  que muchas veces se superponen siendo imposible cumplir con todas ellas.

Esta situación me generaba mucho ruido en principio. Es acaso necesario llegar a tocar el piso de la Ley para comenzar a transitar la esfera de la ética?

En mi humilde opinión para comenzar hay que cumplir con requisitos mínimos. Tener un CUIT, habitación municipal, hacer facturación, tener una cuenta bancaria, pero no es necesario llegar a cumplir todo lo que la ley exige antes de comenzar. Hay que estar inserto formalmente en la economía.

Resolví esta controversia aceptando que se pueden hacer muchísimas cosas en la esfera de la ética, siempre y cuando estas acciones nos sirvan para posicionarnos mejor como empresa y nos impulsen a mejorar nuestros indicadores dando, cada vez más, mejor cumplimiento a los requisitos legales.

Un claro ejemplo es el de las empresas tabacaleras de la zona. Realizan un sin número de acciones de RSE orientadas a la infancia; acciones  voluntarias que claramente están dentro de la esfera de la ética con el claro objetivo de mejorar sus indicadores negativos en cuanto al trabajo infantil.

Hace algunos años nos reuníamos miembros de algunas empresas de Jujuy, pensando en una acción sencilla que todos pudiésemos llevar a cabo en nuestras organizaciones. Elegimos certificar voluntariamente a nuestros edificios como “libre de humo”. Era claramente una acción ética y voluntaria, intentaba ser una acción de transformación social intentando motivar a las demás con el ejemplo, pasaron unos meses y se aprobó la ley provincial que prohibía fumar en todos los edificios cerrados. Lo que era una acción  ética y voluntaria pasó a ser una exigencia legal.

De este modo hay cuestiones que consideramos voluntarias y que con el tiempo se van transformando en exigibles por la ley, la ventaja radica en comenzar antes. Por ejemplo las empresas de transporte que están midiendo su huella de carbono y ya están comenzando a compensar sus efectos ambientales. En pocos años es probable que sea un requisito legal la medición de la huella de carbono en empresas de transporte.

Esto sirve también para poder aclarar el concepto a legisladores que insisten en legislar la RSE. Estamos hablando de promover valores en las empresas, debates éticos y acciones voluntarias. Si se empeñan en legislarla lo único que lograran es cercenar este concepto y lo transformarán en más leyes que las empresas transgrediremos. Sería más saludable  que tomen criterios de sustentabilidad en sus tareas como por ejemplo que midan la huella de carbono que se genera en una sesión de la cámara de diputados y la compensen. O bien que profundicen sus herramientas de trasparencia indicando a la comunidad cuantas horas se trabajan efectivamente, cuantos proyectos de ley presenta cada diputado, en que temáticas o incluso transparentar cuestiones económicas. Tranquilamente se podrían recorrer las ISO2600 en una cámara de diputados o cualquier otra organización gubernamental para poder comprender de qué estamos hablando.

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OpiniónEmpresas

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