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La enorme exposición del sector financiero español al mundo de la construcción y la promoción inmobiliaria se encuentran en la base de la especial virulencia que la crisis global que vivimos está teniendo en nuestro país.

El resultado lo podemos ver hoy, con el estallido de una de las cuatro principales entidades de España que cuenta con 10 millones de clientes y 400.000 accionistas, y que ha llegado hasta este punto tras el intolerable abuso de inversiones en proyectos y desarrollos urbanísticos que han dejado una enorme secuela en forma de impagados que ha minado la solvencia y la viabilidad de estas entidades.

En el momento en que se está nacionalizando parcialmente el banco BFA, donde se acumula el ladrillo procedente de las antiguas Cajas que lo conforman, desde ECODES queremos hacer públicas una serie de dudas y certezas que nos surgen desde nuestro conocimiento, como analistas en responsabilidad social, del ámbito financiero.

Nuestras dudas:

  1. ¿Qué pecados de omisión reiterados ha cometido el Banco de España para que la situación de importantes entidades financieras como Bankia se haya deteriorado de forma tan profunda?
  1. ¿Qué responsabilidades han tenido los gestores de las cajas de ahorro afectadas y los responsables políticos que las han  utilizado para otros fines de carácter electoralista?
  1. ¿Cómo se puede entender, que en una crisis como la que vivimos, en la que se están recortando partidas básicas como sanidad o educación, se estén destinando estas cuantías de dinero al sector financiero?. Hay que hacer constar que si llegan a confirmarse las ayudas que se estaban planteando, el gobierno hubiera destinado a un grupo financiero apoyos públicos (en distintas modalidades) por mayor valor de lo que supone el déficit de la Administración central y de las comunidades autónomas en 2011

Algunas certezas:

  1. A nuestro entender, el Banco de España  no ha sido lo suficientemte diligente en su función de prevenir riesgos sistémicos de entidades que sumaban sus posiciones en suelo y crédito promotor hasta niveles explosivos.
  1. Para que el sistema no acabe de dilapidar la escasa confianza que queda en  la ciudadanía y que es el  principal recurso con el que trabaja, es muy importante que se perciba que quienes lo han hecho mal son responsables de lo que han hecho. No es bueno para la moral pública que se perciba que  el sistema financiero vive en la excepción: quienes lo hacen mal, no pagan por ello. Antes al contrario: con frecuencia son  magníficamente recompensados. No puede ser que se perciba que en el mismo país hay dos tipos de reglas: las que gobiernan el mundo de las finanzas y las que gobiernan el resto de la economía.
  1. El caso Bankia y todos los casos del sistema financiero ocurridos anteriormente en España y en el mundo están demostrando que es necesario reformar profundamente el ecosistema bancario para garantizar que ayuda eficazmente a la economía real. Lo que estamos viviendo en los últimos años muestra que, al contrario, es la economía real la que está al servicio del sistema financiero. En ese debate todos los actores de sociedad deben ser convocados.
  1. El mapa bancario español está cambiando en los últimos años muy atropelladamente, sin valorar las consecuencias de las acciones que se toman. Esta improvisación debe acabar.
  1. El nuevo modelo financiero español debe apostar decididamente por el apoyo a la economía real, siendo consciente de la responsabilidad que tiene en el conjunto de la economía. Desde ECODEShemos elaborado un breve informe, que adjuntamos a este comunicado, bajo el título Breve diagnóstico y recomendaciones para un sector financiero más responsable”, en el que, tras un análisis de los principales problemas de responsabilidad que presenta este sector, elaboramos una serie de recomendaciones para el avance en esta línea.
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Opinión

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