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Madrid y Barcelona compiten estos días por alzarse con el preciado proyecto de la empresa del magnate de Las Vegas Sands Corp.  Según denuncia la Plataforma Eurovegas No, la opacidad informativa de las negociaciones con el inversor Sheldon Adelson ocultan las condiciones sobre las que su proyecto se establecería en España. Parece que estas negociaciones versan sobre la modificación o restricción de aplicación en “Eurovegas” de al menos 30 leyes estatales y autonómicas.

Un acontecimiento de esta envergadura requeriría una información detallada sobre el proceso y cómo éste puede afectar a los ciudadanos. Nuestros políticos deciden bajo un despotismo, en muchas ocasiones no ilustrado, sobre  qué es bueno para el pueblo. Si durante los 10 años de expansión económica decidieron inundar de liquidez los bolsillos de los españoles para que comprasen propiedades inmobiliarias, cuyo precio subía todos los años un 30 o 40%, y todoterrenos alemanes y japoneses, hoy parece que la virtud está en la creación de zonas francas basadas en la generación de negocio a través del incentivo del juego. Sorprendente, verdad.  

Las consecuencias de las medidas tomadas por nuestros Gobiernos en los años de expansión económica las estamos sufriendo hoy: deterioro del territorio, sobreendeudamiento, altas tasas de desempleo, pérdida de competitividad y productividad, aumento de las desigualdades, etc. Las consecuencias de crear zonas francas para atraer inversores de la industria del juego están por llegar. No solamente no hay una consulta a la ciudadanía sobre un aspecto tan sensible en un Estado de derecho como es saltarse nuestro ordenamiento jurídico sino que no se facilita información a los ciudadanos sobre las condiciones de la negociación. Está claro, para qué se va a consultar a los ciudadanos si seguramente se esté pagando a unos consultores que están elaborando un formidable plan de negocio.

Me echo las manos a la cabeza al leer unas declaraciones de un alto cargo en una empresa consultora cuando afirma en relación a Eurovegas: "mueve un dineral espectacular" porque hay asiáticos, japoneses, rusos y gente de otras partes del mundo que son capaces de perder en una noche varios millones de dólares y "ni se inmutan". Desconozco si estos mismos consultores asesoraron en el pasado a nuestros gobiernos autonómicos y locales sobre las bondades de construir aeropuertos y lo que esto supondría para el turismo, o la construcción de palacios de congresos (debemos ser el país con el ratio más alto de palacios de congresos por habitante) o parques temáticos, la gran panacea. Hace poco pasé por tierra mítica a través de una autopista de 4 carriles, creo recordar. Inexplicablemente el taxi no podía cruzar el límite de velocidad de 60 km/h. Debe ser la carretera más segura del mundo, no nos cruzamos con un solo coche durante el trayecto.

El Sr. Montoro, Ministro de Hacienda, de acuerdo con un  diario de información general en recientes declaraciones afirma que las normas españolas son "claras" pero "revisables en un futuro" si es necesario para atraer inversiones que creen puestos de trabajo, como es el caso del proyecto de construcción del macrocomplejo de ocio conocido como Eurovegas. En este punto la Plataforma Eurovegas No denuncia las condiciones de precariedad en la que se encontrarían los empleos cuyo número se ha sobrestimado en 200.000, cuando las estimaciones de la plataforma, basadas en el cálculo de las empresas de Las Vegas Sands en sus complejos en Nevada (EE.UU) se sitúan en unos 34.000 empleados. Más allá de las distintas estimaciones la cuestión de fondo es hasta dónde alcanzan las competencias de un Gobierno en un Estado democrático para atraer a este tipo de inversores cuando se trata de conceder privilegios y modificar nuestro cuerpo jurídico.

Pese al tupido velo que oculta el proceso de negociación, la ciudadanía ya  ha comenzado a pronunciarse en contra de este proyecto, bien a través de la participación en organizaciones como la plataforma AturemEurovegas-Salven el Delta Llobregat, o a través de encuestas en medios digitales. En una de ellas un 39,1 % de los encuestados considera que el proyecto supone un derroche de fondos públicos y la creación de un paraíso fiscal. Otra muestra del apoyo de la ciudadanía para que no se lleve a cabo el complejo de casinos es la adhesión de más de 15.000 personas a la Plataforma Eurovegas No.

Por otro lado, las organizaciones en defensa del medioambiente también han alzado sus críticas hacia este macroproyecto. WWF pidió el pasado 22 de abril que se tuviera en cuenta los efectos sobre el medioambiente de este tipo de proyectos. Fue durante la manifestación que con motivo del Día de la Tierra congregó en Madrid a más de 50 organizaciones sociales, sindicales, ecologistas y partidos políticos que unieron su voz en contra del proyecto del Eurovegas.

Otro de los efectos que se ha sido denunciando por parte del colectivo de técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha)  es         que la propuesta del empresario norteamericano Sheldon Adelson derive en la "instalación de un verdadero paraíso fiscal en territorio español". El Sr. Aleson exige, y parece que los competidores por albergar tan preciado desarrollo empresarial están en disposición de acceder, la exención de impuestos municipales y cotizaciones a la seguridad social, la modificación de las normas de juego de las que son competentes entre otras una rebaja del impuesto sobre juego, la pérdida de restricciones para fumar en lugares públicos, eliminar límites de acceso a los casinos y crear infraestructuras hasta sus instalaciones, entre otras . 

Si las imposiciones del magnate Sheldon Aleson son aceptadas sin previa consulta popular se estará socavando la estructura del Estado  y generando un  precedente muy peligroso además de una fuerte discriminación al resto del sector empresarial. Como dice Jordi Jaumà en su reciente artículo en Diario Responsable: ¿Sólo un Eurovegas? Innovemos, nos caben por lo menos tres
 
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