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El pasado 13 de febrero en el suplemento económico del diario la Vanguardia aparecía un artículo muy interesante sobre la deslocalización financiera de las multinacionales.

Por lo visto hay rumores de que Fiat va a trasladar su sede social de Turín a Detroit o Cadbury, esto ya no es un rumor, trasladó su sede social de Inglaterra a Zurich para reducir el pago de impuestos. Pero hay más, según Rafael Ramos, corresponsal del periódico en Londres, Pepsico, WPP, Macdonalds Europe, UBM han hecho lo propio.

A esta realidad que en cierto modo me recuerda a aquellos pequeños escándalos “patriodeportivos” donde nos enterábamos que deportistas, grandes amantes de nuestra bandera y abrazos con príncipes, reyes, reinas y princesas, tenían su residencia en Andorra para pagar menos o no pagar impuestos en España.

En los próximos años esta deslocalización se va a juntar con la fusión de empresas. Un ejemplo claro Fiat y Chrysler con el inicio de la crisis del sector de automóvil hace 3 años, pero tenemos la reciente Nokia y Microsoft y vendrán más. El maná de la productividad, las economías de escala, la lucha frente al poder del gigante Chino va a provocar la concentración del dinero.

En este contexto ¿Cuál será el rol de los departamentos de RSC? ¿Realmente tendrá sentido esté área?. No me resulta fácil ver a una organización hablar de sus prácticas o políticas de RSC cuando sus gestos dicen que de un país, el que sea, sólo quiere consumidores.

Hablar de términos como apoyo a la emprendeduría social, negocios en la base de la pirámide o patrocinio de equipos deportivos puede, simplemente, sonar ridículo enmarcado en la estrategia de RSC de estas empresa. ¿Realmente estás involucrada con mi sociedad y te llevas la producción o el beneficio a otro sitio?....¿migajas?

Otra cosa bien distinta es que una empresa, con sede social donde sea y fusionada con quién le de la gana, tenga políticas con sus empleados para que estos sean felices y productivos, tenga un departamento de I+D+I que identifica ventanas de oportunidad en el desarrollo de productos o servicios sostenibles, que sus políticas energéticas le permitan ahorrar millones de euros al año en la factura de la luz o que sean los mecenas de una universidad especializada en la tecnología aplicada a la tecnología para hacerla más humana. ¿Es esto Responsabilidad Corporativa Empresarial?. Esto es hacer negocios.


¿Hay que llamar a esto RSC? ¿Qué necesidad hay de complicarnos la vida de esta manera?


Nuestra voluntad es clara, pero los hechos, o al menos ciertos hechos hacen difícil construir mensajes sólidos. Ni siquiera hablo de mi querido marketing cosmético, hablo del propio significado y significante del término RSC como función o como área dentro de las empresas.

En este contexto me parece más acertado hablar de Diplomacia Corporativa, una diplomacia cuyo único fin es hacer mejor empresa con el apoyo y desde el respeto de todos los grupos de interés con los que se relaciona.

Llevo tiempo pensando que el dinero es cobarde y debemos ser valientes en asumirlo y explicarlo. Para a partir de ahí negociar, negociar y negociar nuestra confianza y nuestro éxito cada día.
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OpiniónEmpresas

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