El pasado 25 de enero Cinco Días publicaba un artículo con el título “La RSC se reinventa en la pequeña empresa“, e identinficaba cuatro elementos que iban empujando a las pequeñas empresas a entrar en el debate de la RSC: La política de contratación pública, más exigente; la necesidad de vigilar la cadena de valor; La creación por algunas entidades financieras de sistemas de rating en base a criterios medioambientales, más allá de criterios estrictamente financieros; la Ley de Economía Sostenible, que prevé la creación de un sello de empresa responsable, en concreto en las pymes.
Xavier Dueñas
El pasado 25 de enero Cinco Días publicaba un artículo con el título “La RSC se reinventa en la pequeña empresa“, e identinficaba cuatro elementos que iban empujando a las pequeñas empresas a entrar en el debate de la RSC: La política de contratación pública, más exigente; la necesidad de vigilar la cadena de valor; La creación por algunas entidades financieras de sistemas de rating en base a criterios medioambientales, más allá de criterios estrictamente financieros; la Ley de Economía Sostenible, que prevé la creación de un sello de empresa responsable, en concreto en las pymes.
Sin embargo creo no estar equivocado al pensar que hay un “quinto elemento” mucho más poderoso y relacionado con el propio convencimiento que van adquiriendo cada vez un mayor número de pymes.
En ese escenario que probablmente inició Javierre, la empresa de excavaciones que ya en el año 2004 decidió sumarse al Sistema Global Compact de Naciones Unidas; se han ido sumando otras empresas que al margen de standares, leyes, normas y presiones de distinta naturaleza, tienen sus propios valores y principios y desarrollan su actividad de forma coherente a los mismos.
Algunos ejemplos los citaba el Periódico el pasado 28 de septiembre en su artículo “así están más motivados” cuando refiriéndose a la gestión de la diversidad, citaba a varias pymes que habían adoptado distintas prácticas responsbles con sus empleados…..siendo su denominador común su propio convencimiento.
Más recientemente, La Red española del Pacto Mundia presentaba el pasado día 6, tres formas de gestionar la RSE a través de los Comités Éticos. Entre esos tres ejemplos de gestión figuraba ITVSA representada por Julio Tamés (director de RSE), que junto a los responsables de BBVA y DKV Seguros, supo explicar de forma brillante como una pyme puede integrar la RSE.
Para ello desarrolló un enfoque previo con dos ideas básicas pero claves:
- La RSE nace con la empresa, la cuestión es hasta donde somos capaces de desarrollarla.
- La acción más importante en materia de RSE es la adecuada realización de la propia misión.
En ITVASA lo tienen muy claro, no se trata de imitar modelos de empresas con éxito, se trata de tener un modelo propio basado en el convencimiento, en la voluntad por mejorar y en la implicación de toda la empresa.
Todo ello comporta que ITVASA haya desarollado un conjunto de herramientas para el enfoque y despliegue de la RSE, entre las que destaca la Guía de las personas y las comisiones de trabajo, que han permitido elaborar un plan de acción con sus correspondientes objetivos e indicadores, que se trasladan a un cuadro de mando para su seguimiento y control.